Cinco meses de espera; 155 días más o menos, toda
una eternidad para alguien tan impaciente como yo…pero todo llega en esta vida.
¡Cuántas veces me he imaginado el momento como el último! ¡Cuántas veces he
mirado aquella habitación como si fuera la última vez que nos veíamos las caras!
¡Cuántas veces me he prometido a mí misma no llorar hasta que una llamada o un
abrazo más fuerte de lo necesario me ha hecho flaquear y romper! Otra vez me noto
el corazón en la garganta. Una pregunta me viene a la cabeza: ¿Soy valiente o
simplemente estoy loca? Todavía no lo sé…
Me dejan sola en aquella habitación y
prometo no mirar hacia dentro aún sabiendo que lo haré con esa curiosidad con
la que a veces miro una película de miedo; de lejos, con el volumen bajísimo y
con los dedos entreabiertos cubriéndome los ojos. Intento hacerme la fuerte
aunque sé que no lo lograré. Me dicen : “Piensa en algo agradable” "Sí,
algo agradable pero que no me haga llorar" - les digo - ”Pues íba a decir
en el futuro viaje que algún día haré a Kenya…pero ni eso ahora con lo que les
está cayendo a aquellos pobres desgraciados…” ¿En qué pienso? ¿En que hace
mucho frío y yo no me voy a enterar porque voy a estar un tiempecito allí?
Tampoco, en estar bien…eso me reconforta…en que de verdad este año pueda
brindar por estar no bien, muy bien el que viene…éso me ayuda.
Cuánta gente...todos intentan ser amables
conmigo y yo sólo hago que mirar el reloj, deseando caer dormida pronto, despertar
de este mal sueño que arrastro hace ya dos años. Me viene a la cabeza una
canción de Crowded House “Don’t dream it’s over”…a ver si me aplico el cuento
pronto yo también…
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Africa | 30 diciembre 2004 | trackbacks [0]