sábado, 19 de julio de 2008

Operación Colmillo Blanco 1?

Sentadas en la terraza de una rambla, las dos amigas conversan. Las dos han tenido el momento de soltar una lagrimita. Eso, entre ellas, es un signo de no estar del todo bien en según qué aspectos. Ellas, a los ojos de las demás, son las más duras, ésas con las que todas quieren salir porque son divertidas y más descaradas que el resto, calificadas como algo raras, que se giran en segundos, que nunca lloran y que se les puede ir la pinza. Ocho años de edad las separan pero se cuelan igual en los portales para descubrir si un tal Ricardo vive en el 226 ó el 228. También hablan de hijos y se les cae la baba, sólo que no cuando hay más gente. De deudas, de ropa, de cine, de cotilleo, de poesía y de sexo. Sin detalles que no vengan al caso…entre ellas no hace faltar hablar mucho.

“Cada cinco minutos un coche nuevo para, obligado por un semáforo, al lado de nuestra mesa. Miran: las famílias, los camioneros, los autobuses y el coche blanco. Dentro, dos mulatos impresionantes, comentando lo a gusto que parecemos estar en nuestras sillas. “-¿Dónde váis?-“ les pregunta mi amiga." “-Ni se te ocurra-“le digo.
Un piropo más de un camionero y otro del coche azul hace que nos sintamos monas, con el guapo subido. Así que decidimos llevar a cabo la “Operación Colmillo Blanco”. Aunque falte una, rompemos la promesa, pero lo definimos como experiencia piloto. Seremos los conejillos de indias.

Instrucciones:

- La indumentaria será femenina, veraniega, sin seguir clichés actuales, tirar de los clásicos que tampoco han cambiado tanto los tiempos.
- La posición : discreta. En terreno neutro, que haya el mismo camino para salir que para acabar de entrar al ruedo.

A los veinte minutos recibo el primer pellizco de mi amiga. Me giro y efectivamente, ya tenemos presas. Y le damos el pistoletazo de salida a la operación colmillo blanco. Veamos, hay que colocarse más cerca, para estar en el punto de mira, porque la primera atracción tiene que darse con pocos metros de distancia, para que no haya dudas. No vamos a empezar a contonearnos como posesas bailando ni a simular estar bebidas para poder ser más “¿descocadas?”. No,no,no. Aquí hay nivel y esta noche hay muchos. Esto es como el Space Invaders, disparando al aire tarde te cargas a más de uno y tu caseta sigue intacta. Lo más prudente es cambiar de barra y agenciarnos con una silla para dejar los bártulos y seguir allí la operación. Y allá que nos vamos. En la barra, la mujer que intentó ligar conmigo la Nochevieja del 2006 acompañada de un chico. Nuestras presas se dispersan y uno alto, con gafas y aire intelectual empieza a mirarme. ”-Ya está-“ le digo a mi amiga. “-Ya tenemos uno-“. Ahora a por uno de los amigos.  Va a ser el bajito de ojos rasgados y cara simpática que baila a nuestro lado. Movimiento en la zona. Silla colocada más estratégicamente…tanto que, ahora tenemos que estar bailando con el bajito en medio. Primeras sonrisas hacia mi amiga. No quiero ni pensar en la que se avecina. Hemos pasado la tarde bajo el agua, empapadas hasta los huesos. Según ella, el pasar tantas horas bajo la lluvia ha sido algo así como una transición: el agua, los sentimientos, la limpieza. No hemos podido evitarla. Salgo de estos pensamientos y vuelvo a mirar a mi amiga. Parpadeo: ya está bailando con dos. Alguien me coge la mano suavemente, el alto intelectual. Sólo me sonríe, me invita a bailar con él. Es majote, discreto y elegante. En cinco minutos, yo también tengo compañía en la retarguardia, lleva una camisa negra. Me giran, me da vueltas y yo bailo con uno, con dos, con tres, con cuatro. Para el "Turn me on", me acoplo perfectamente a otro nuevo, con camisa blanca. Nos cogemos el paso. Yo sonrío. En una de mis vueltas, me encuentro con los ojos de mi amiga que me choca los cinco…”-Somos las mejores-“ me dice. Yo le sonrío…me encanta estar en un videoclip de la Mtv. Al fondo, el chico de la barra. Sigo en mi papel y le aguanto la mirada unos diez segundos, sin gestos. Tan sólo le miro y en silencio, le pregunto si tiene idea de quién soy, de si sabe de lo que van mis actos ésa noche.

Vuelvo a bailar, ahora con una camiseta naranja que se mueve mejor que el de la blanca pero el del "Turn me on" se nos une y mi intelectual sigue elegantemente a mis espaldas.

Mi vestido se pega a mí como una segunda piel. No es que sea estrecho, estoy empapada de sudor y busco con la mirada algo con lo que hacerme algo de aire. Una voz al oído me pregunta el nombre. Pienso en mi vestido mojado….el chico de la barra, que me pregunta educadamente el nombre. No intenta darme los dos besos y vuelve a la barra.

Aire a mi derecha. El intelectual ha doblado una revista y me acaricia con ella dándome aire. Yo estoy sentada. Miento, no en el nombre ni en la edad, eso suele importarme tres pepinos. ¿De dónde vengo? mentira, ¿a qué me dedico? mentira ¿Qué te importará a tí mi vida ahora?

Poco a poco recupero la temperatura y cuando lo hago del todo, esta es tan buena que decido mantenerla e irme. Tardo en encontrar mi bolso en la oscuridad y vuelvo a escuchar la voz en el oído, esta vez acompañada de una mano en mi cintura. El chico de la barra, que me dice que esta noche estoy muy guapa y que espera verme la semana que viene. Dos camisetas discuten a mi lado, de manera pacífica, discretos y divertidos. Espero divertida la traducción de sus palabras.”-Bueno, tú decides.-“ me dice una camiseta. “-Yo estaba antes y él no quiere irse.-“ “-¿Y qué tengo que decidir?-“ les pregunto porque como se materialice lo que estoy pensando me voy a ver del vídeo de la Mtv a The Flintstones…. “-Con quien quieres quedarte….-“ Anda que no. Uno se pone pesado y queda fuera de la operación. Anoto el número del intelectual pero no le llamaré. Con este tiempo me gusta más pasear, tumbarme al aire libre y leer libros en cualquier lugar que tener citas.

“-Demasiado líquido por hoy-“ pienso al tumbarme en la cama. Con dos golpecitos se sube a ella. Me he dado cuenta de que la perrita apenas ve en la oscuridad y tengo que esperar a que me vea haciéndole el gesto permitiéndole saltar a ella. A veces se acerca y me huele, intentando adivinar de dónde vengo. Me pregunto si ésta noche olerá algo nuevo, lo dudo...

P.S. La operación “Colmillo Blanco” queda aprobada. Aunque quizás se haga otra prueba antes de que el otro miembro pueda unirse. Hay que pulir algunos detalles ;-)