lunes, 28 de abril de 2008

Signal to a noise

- Sospecho que viven por aquí porque ya la he vísto un par de veces. El otro día hasta tuve que cederle el paso. Andaba empujando el carrito del bebé...."-Joder, otra vez-" solté, sin darme cuenta de que los peques andaban por detrás y mientras les pedía perdón por la palabrota, pensaba en lo estúpida que era por haberse dejado preñar otra vez, no por el cochecito sino por la barriga que juraba haberle notado bajo la ropa. Recuerdo la primera vez que las ví; ya venían solas y venían de ciudad, sin pañuelos. La hija guapísima, una de las más bellas que he vísto, la madre poco agraciada, de aspecto frágil, y muy debilitada, como suelen acabar las que se rebelan contra la cultura de la que proceden..bueno no, las que se rebelan y a las que machacan, porque la mamá de los Koudri no entra aquí y ésa ya no tiene dientes y parece mi abuela aunque creo que le saco sólo un par de años. Intenté hablar con ella en Inglés pero sólo pude sacar una sonrisa y la pregunta de si yo era árabe...le dije que no, sólo morena y un lagarto en verano. Ellas venían de ciudad, las dos solas, no había hombre. La hija sigue siendo buena en los estudios y saldrá adelante....cada día está más guapa. Es preciosa...en todo. La madre está cada vez más feucha, más frágil y más débil. Ahora viven en una habitación realquilada; madre, hija, bebé nº 2 y barriga....todos juntos. Nos dice su sueldo y también lo que paga por dormir. Justo cuando voy a "regañarla" por la barriga también nos dice que el bebé que trae es fruto de una violación, del que hasta hace nada era su pareja. Le han pegado, insultado y violado. Todo en esa habitación....Ahora cuando veo a la hija, tan alegre, tan risueña y tan bonita se me parte el corazón.
- Otra trae a una hija consigo, para que la ayude a traducir. Ella me recuerda a una de esas mujeres del desierto, tan curtida. Supongo que la han sacado del campo....es de ésas mujeres a la que respetas por las arrugas. Toda la reunión mantiene la misma expresión, supongo que no se está enterando de nada aunque sabe perfectamente que su hija nos explica cómo su padre ha desaparecido y la ha dejado con siete hijos de los que sólo trabaja uno. Me cuesta dejar de mirarla, tan impasible y resignada ante todo. No tiene absolutamente nada así que no tiene nada que perder...las deudas no le hacen daño. Cuando nuestros ojos se cruzan, ella me aguanta la mirada...
- La mamá de Marc no tardó en desmontarse. La consideré muy valiente al atreverse a venir en persona. Como sabía que la situación era bochonorsa para ella dejé que entrara y se sentara dentro, algo que en teoría no puedo hacer. No la dejé llorar. Hubo un momento en el que la creí, a veces me la juegan pero con el montón de años que llevo tratando estos temas, también sé cuando no mienten o mienten a medias, como era el caso. Me he puesto de su parte y ella también ha cumplido lo prometido.
- Asia siempre está a la defensiva. Ha conseguido desquitarse de todo y anda por el barrio como la más moderna. Fuma, tiene amigas de aquí y siempre está cambiando su peinado. Supongo que después de tantos años de tenerlo cubierto lo luce con orgullo. Una vez le pregunté si se había separado. Ya lo sabía pero quería que me lo dijera. Dijo que sí y yo sonreí....ella se enfadó. "-¿Te ríes porque soy marroquí?- me dijo. "-Sí, por éso y porque te has separado. Te admiro-" le dije mientras le decía mentalmente "Ahí tus huevos/ovarios". Ahora ando detrás de ella para que hable con una de las Fátimas, mi preferida. Pero no quiere, dice que son ellas las que no quieren hablar, los maridos se lo prohíben. "- Una mujer separada es como una puta para ellos...-" y es verdad, al menos en este barrio. Lo compruebo con Fátima precisamente, cuando la veo antes de hora y me dice que ahora acaba una hora antes porque la vecina que la ayudaba ya no lo hace. El marido se lo ha prohibido...así que ahora es ella la que va a por el pequeño. Me dice que ya son dos las que le han retirado la palabra y que en la mezquita no la ayudan porque aún piensan que algo habrá hecho ella para que su marido la deje. Es guapa, pero a mí se me ha quedado la imagen de las Navidades pasadas, cuando la chilaba no podía cubrirle todos los morados de la cara ni un dedo vendado.
Los Lunes suelen ser duros en el trabajo. No sólo por las historias que entran y salen sino porque según lo vivas así te quedas. Hay que tener mucha, mucha valentía para sentarte en una silla con desconocidos y decir que no tienes dinero por ejemplo o que tienes a un niño engañado con promesas que sólo otros pueden cumplir.
Un abrazo, el de Fátima esta mañana, mientras despedíamos a los peques de convivencias, ha hecho que me sienta muy bien hoy. Mientras los autocares marchaban, una mujer con chilaba verde y una chica con ropa muy estrecha se daban un abrazo y un beso en la calle. ¿Dónde hay una cámara para la próxima vez que hablen de lo conflictivo que es mi barrio?


Peter Gabriel and Nusrat Fateh Ali Khan