jueves, 24 de enero de 2008

Flexiono rodillas, meto pelvis, tronco erguido y barbilla siempre mirando al frente...

Esta noche dos de las chicas me han dicho que cobro muy poco. Una de ellas incluso me ha comentado un par de veces que a ver si me decido hacer algún taller intensivo, donde podamos aprender una coreografía entera, un Sábado por ejemplo, pagando a parte. Que me lo piense y ella me busca un grupo. Más tarde, discuto con Ruth "mi tarifa". Éso es lo que se acordó y sólo acepté el taller por lo mismo, porque no había presión. En esta aventura todas estamos aprendiendo y a mí no me gusta ser avariciosa, siempre he pensado que da mala suerte.
Me gusta escucharlas cuando estoy buscando música para bailar; se preguntan pasos y hacen bromas de cómo van a andar hacia el chiringuito este verano haciendo el camello. O cuando me cambio al final de la clase y comentan lo mal que lo han hecho, que se notan muy tiesas o se pasan las direcciones de "los chinos" que venden pañuelos.... Ruth quiere una falda como la mía, también negra. Yo le explico que fue un regalo que me hice al acabar un taller en verano y que no era de las baratas, sobretodo si piensas que sólo puedes llevarla para bailar, ése es su único uso...pero la quiere, así que la próxima vez que ande por la ciudad condal se la buscaré.
Podría decirse que tengo cinco chicas, más o menos fijas, y alguna que otra que viene, prueba, vuelve, no se ve, le gusta....la que nunca falta soy yo, que sigo intentando hacerme un hueco allí, intentando bailar como lo hago con Quima o en casa, acostumbrándome a que un grupo de chicas me siga absolutamente en todo durante una hora (a veces incluso se arrascan la cabeza si yo lo hago...). Cristina me dijo que le diera al taller mi humor, mi alegría por las cosas que me gustan, mi sensibilidad con la música y creo que no puede salirme de otra manera. Me gusta reír y prefiero las tomaduras de pelo seguidas de mucha dulzura. Yo siempre recuerdo a las personas que me han hecho reír...
De las cinco chicas, dos son mamás, completamente metidas en su papel pero algo cansadas por lo que voy viendo. Ya me han pagado, con lo cual entran en nuestro pequeño grupo de Bellydance Superstars de barrio. Al despedirnos, les he dicho que la que viene, hacemos el baile de las velas, pero que procuren traer copas pequeñas, no como Jeni, que se ha presentado con dos "copazos de coñac" a lo Martes y 13 en su imitación de Encanna de noche....
Necesito volver a grabar los Cds. Ahora sé el estilo que necesito. Me dejé llevar por canciones para practicar pasos, pensando en enseñar todo el tiempo, pero me he dado cuenta de que sino son de las que a mí me gusta bailar, me cuesta improvisar, aunque sean raras, fusiones, muy clásicas o muy modernas, son las que me transportan y me hacen querer dibujarlas.
La semana pasada fue la primera vez que disfruté del taller que, durante hora y poco más, me convierte en profesora de danza oriental. He estado a punto de dejarlo, nerviosa porque aún no sé si me gusta. Creo que vivo todo ésto con bastante humildad y recelo, porque en mi camino no hacen sino saltar proyectos, más talleres (para mamás), coreos con mi profe haciendo un dúo, hasta un vídeo con mi peque voy a colgar en el Youtube!!... Muchas veces me sobrepasa y me pregunto por qué no retomé el ballet de pequeña cuando me recuperé de aquella enfermedad....o por qué no he hecho nunca nada relacionado con la música aparte de disfrutarla....En fin, me cuesta creer todo lo que me va pasando en este campo.
Hoy he vísto seis barrigas bailando (por fin) al aire, unas con estrías, otras más lisas, más redondas, menos...qué más da? barrigas, todos tenemos una...pero para mí es más importante que éso, para mí significa que en ese taller el pudor empieza a salir por la puerta...ahora esperaremos a la sensualidad...