miércoles, 31 de octubre de 2007

Love me or leave me but let me be lonely

En algún momento de la cena G. me ha soltado que tengo mala leche con los hombres. Yo le he intentado explicar que no es verdad, que sólo la tengo con los mismos perfiles de siempre, que estoy cansada, que me aburren. Opina que lo digo porque puedo escoger, cosa que él no y que por eso no puede congraciarse conmigo. "-I have no sympathy for you"-me ha dicho. Pero claro, hablamos de la noche, porque él no se mueve en ningún otro sitio. Yo ya no, y prueba de ello ha sido que, mirando a la jovencísima camarera llenar demasiado mi vaso con ron, me he puesto a pensar en mi funda nórdica nueva, en las ganas que tenía de estar debajo de ella y de dormir hasta que mi cuerpo diga basta y tomarme un par de cafés en la cama.

No quería estar allí, hace muchos meses que no piso el garito de siempre y los achuchones son más exagerados, como el de Ángel, uno de los porteros, todo lo que tiene de cachas lo tiene de buenazo y de tontito. Me invita a un chupito si paso por allí a la salida. Jaime me hace señas porque no puede llegar hasta nosotros. Me han dicho que lleva un par de meses "sano", que ha decidido no meterse nada, ahora bebe más. Roberto besa a todo el mundo, independientemente del sexo, me dice que el ambientillo no es muy bueno ahora, que sólo quieren hacer caja y ya no son tan selectivos. Me hace gracia el comentario: ¿qué consideran ellos por selectivo? ¡Si me he encontrado hasta perros sarnosos dentro con sus respectivos dueños hippy (sarnosos también)! !Si la mejor hora para ir al lavabo es en cuanto abren¡ Pero tiene que serlo porque por primera vez he vísto un par de coches de policía aparcados muy cerca. Como hagan una redada vacían el local.

Nico me suelta un "a ver si nos vemos algún día ¿no? que ya no se te ve el pelo" sólo porque le llamo para pedir un número que necesito. Oigo que ya se habla con guasa sobre el rabioso y su novia, Marc se presenta en casa con la excusa de recoger un papel que podía y me ofrecía llevarle personalmente de camino al trabajo. Desde el particular misticismo que predica me pregunta si conozco a alguien con el que él pueda practicar la técnica del nuevo curso de masajes que hace, algo del método Ayurveda. "-Claro que sí, conmigo-" Vamos a ver a qué quiere jugar ahora. Me toca mover a mí y guardo un as bajo la manga". Ahhh y Jose: "-pero tú no vayas a pensar que yo estoy intentando algo contigo eh?, es sólo que me encanta estar contigo así hablando y tomando una birrilla. No quiero que pienses mal, pero es que yo te admiro un montón ya lo sabes, ahí, con tu curro, tu casa, tus peques, tus cosas...-" Como dice ese grupo, Radiohead: "You'll go to hell for what your dirty mind is thinking of... "

Bueno, quizás para G. tenga mala leche con los hombres, pero es que ninguno de ellos se merece compartir mi funda nórdica nueva la cual, por cierto, me está llamando...