Hacia la madrugada

Dibujando sus caderas con las manos, parándose para apretar donde sobresale algún hueso, comprobando la resistencia de sus piernas y sus gemelos. Le gustan, ahí hay fuerza, sólo tiene que practicar más. Ya no hay toalla, hasta el agua se ha regulado igual que sus movimientos. La tapa, la protege con su cuerpo: ¿La quiere? Los preliminares son algo diferentes, las embestidas salvajes a veces...pero el primer contacto sigue siendo muy intenso, demasiado quizás. Barcelona Blogs Africa | 10 abril 2005 |