miércoles, 7 de febrero de 2007

You make me feel (like a natural woman)


. Noelia, de 25 años. Con novio y muy enamorada, no quiere oir hablar de que la pasión puede acabar. Clavada a la Bebe, de estética okupa, monísima y dulce, muy dulce. Trabajaba conmigo el año pasado y hacia el final congeniamos. Me dice vía sms que se acuerda mucho de mí, que si quedamos y lo hacemos. Pasamos tres horas y media compartiendo nuestras cosas e intimamos más. Una tarde muy bonita y especial. Sin darme cuenta le envié un beso al aire al despedirla en la parada del bus y de verdad que lo sentía, no doy muchos así.
. Andrea de 33 años. Casada. Con un aire a lo Amelie. De hecho, la semana pasada llevaba unos pendientes de ella, de la película. Me gusta su estilo, es muy original vistiendo. Es farmaceútica y me confiesa que a veces cierra la puerta para practicar la danza. Un día le dí un codazo bailando, a propósito porque yo no me veía en el espejo y simulamos una lucha de protagonismo bailando. Fue muy divertido. Nuestro contacto es de diez minutos mientras nos cambiamos pero han sido suficientes para ver que hemos conectado. "-Esta canción me encanta"- me dijo cuando reconoció a "Anthony and the Johnsons" en el gimnasio, cuando la profe se equivocó de Cd para el calentamiento. Parecemos una pareja enamorándose; a la que tuvimos oportunidad nos pasamos el móvil, saltándonos a mi prima que fue la que nos presentó, no nos pillan las bromas. Una vez en casa, casi ruborizadas, nos confesábamos que la conexión había sido mutua, que compartimos el humor. ¡Estábamos nerviosas! Es un buen fichaje, habla de manera tranquila pero a la vez muy directa.
. Ángela de 38 años. Amiga de una buena amiga. Separada. Alta, una tiarrona, muy bonita de cara y dulce, con un punto de princesita de la plebe igual al mío. Puede ser muy burra si quiere, sobretodo hablando. Se dedica a la moda, solidaria, mucho y muy sanota. Se mueve por todo tipo de ambientes y le gusta mezclarse con todo tipo de gente. Puede estar con todo el mundo. Esta creo que pasaría la prueba de acceso a las Bridgets pero no la veo desmadrándose tanto como lo hacemos nosotras juntas. Creo que nos toca vivir algo juntas; se apunta a la danza conmigo y me invita a cenar con la mística. Dice que le encanta conducir (yo lo odio) y planeamos ir a pasear a Sitges un domingo por la mañana. Me encanta su estilo vistiendo, casi siempre va de negro. Es una mujer fuerte, no ha tenido una vida fácil.
. Ruth de 29 años. Docente. Acaba de comprarse un piso y está super-super enamorada. Flower power 100% capaz de convertirse en la niña del exorcista cuando se cabrea. También dulce, acostumbrada a que la mimen. Solemos hacer un menú semana sí semana no y nos ponemos al día. Yo cuido mis palabras. La razón por la que me separé de ella fue por haberme confiado más de la cuenta. No creo que lo entendiera, así que escucho sus ideas para regalos, sus problemas con el préstamo, sus planes de futuro. La ayudo cuando puedo, me enternece, es una persona muy creyente y predica con el ejemplo. Hoy me quedo con el viaje de vuelta al trabajo con las chaquetas abiertas aprovechando el viento, poniéndonos todas mis muestras de colonia encima para no llegar con peste a fritanga de kebab a trabajar. "-¡Que peste!-"ha sido lo primero que me ha dicho mi compañera al entrar...
. Teresa, de 44 años. De profesión: mística. Su frase: "No me lo permite mi religión". Falta aclarar que esa religión se va modificando a gusto de la usuaria. A veces permite el vicio, la frivolidad, la obsesión. Otras, la castidad, la evasión, lo que no deja de ser otra obsesión. Día sí y día también tengo que escuchar una broma contra ella, una opinión negativa o la misma pregunta "Qué ves en ella?". Bueno, es obvio que es algo que ellos no ven, lo cual hace que me sienta muy orgullosa. Me ha costado llegar a ella y a ella también, pero lo ha hecho como poca gente. Nuestra amistad es "diferente", muy madura a veces. Me saca lágrimas de risa y yo le saco las mías cuando algo me duele. La más loca de todas, la más especial. Algunos me la definen como inválida emocional, otros se ríen de sus dietas locas, de sus modelitos, otros dicen que no saluda porque es muy altiva. Yo digo que quién no la ha sido alguna vez, lo de inválido emocional es cruel. Hace con su cuerpo lo que le da la gana, coma lo que coma, todo es sano, además, nadie tiene huevos/ovarios de ponerse los trapitos de la manera en la que ella los lleva, y no saluda porque ¡no ve! Va en su mundo y sólo reconoce a los que ella acepta, pasa totalmente de trivialidades en las conversaciones. Ignora a los mismos que más tarde se indignan porque no les ha mirado. Eso es pura rabia y envidia.
Curiosamente, llevo un par de meses rodeándome de mujeres. Ellas son las que llenan mi móvil y mi mail con mensajes y mi tiempo libre. Las de siempre y los nuevos fichajes (como a mí me gusta llamarles). Quizás estoy más receptiva a ellas. El grupo femenino que laboralmente me rodea es un grupo muy diferente y muy deprimente para mí, así que me gusta encontrar personas como estas. Es como pensar que esta raza no se va a extinguir, que hay más bichos raros y agradables sueltos.
Desgraciadamente, no puedo opinar lo mismo de ellos.