Hay una anécdota que no sé dónde incluir. Creo
(aunque todavía lo digo bajito) que me apunto a Danza Oriental. Hacen una especie
de meditación antes y la chica que la da me ha gustado. Es muy pequeñita,
frágil y muy dulce. Creo que me irá bien, no deja de ser otra forma de
expresarte ¿no? Será divertido ver a la princesita (sola) haciendo belly
dancing en un local, rodeada de sudorosos músculos. Me viene a la cabeza
aquella canción de la Diana Ross “Muscles” ¡Qué bueno!
Hoy hago bondad y no tardaré en seguir a los peques
camino a la cama. He notado lo mucho que necesito descansar por la noche. Sigo
con el chip del verano para el trabajo y me llena, eso sí, para que salga,
tengo que haber descansado a rajatabla. Si el trabajo sale, allí también logro
encontrarme bien, así que en eso estoy ahora...y con las extraescolares ¡claro!
Al final, Jazz para ella, Taekwondo para él, aunque ya he visto la torta que le
ha pegado a la perra hace nada y me lo estoy replanteando. Esto puede
convertirse en una peli de Jackie Chan de aquí nada...