sábado, 18 de agosto de 2007

Souvenirs I

. Un paseo por la playa con mis padres y los peques. Soy testigo de la relación nieto-abuelo que se va formando, es parecida a la que yo tuve con mi abuelo, su padre. Me viene a la cabeza "La sonrisa etrusca" de Sampedro, quizás debería leerlo este verano.

. La interminable jornada playera de Thelma y Louise. La caravana de tres horas chafó todas las ganas de ver amanecer después de una noche de chicas. Lo que sí vimos fue anochecer mientras dábamos cabezadas y devorábamos libros en la playa. Los modelitos colgaban en las sillas mientras nosotras nos quedábamos dormidas viendo a Alaska en Dolce Vita.

. Una cena Bridget. ¿Las deleité? con una actuación, me moría de ganas de disfrazarme. A una de ellas le encantó, la otra apenas me hizo caso, encontró la botella de cava mucho más entretenida.

. Todas las visitas de Nicole, mi amiga galesa. Dos años sin vernos y comprobar que no hay que romper ninguna capa de hielo, nunca acaba por hacerse. Nuestros hijos han tardado unos diez minutos más. Ver pasear a las dos grandes delante de nosotras, cogidas de la mano y compartiendo secretos. No hemos cambiado, creo que envejeceremos juntas. Como ella dice "No somos amigos, somos como família". Me he quedado enamorada de su pequeña, es un caramelo, es la única de sus hijas que no he visto crecer de cerca.

. Las excursiones por la noche al parque con peques; con mochila, bocata y manta. Punto de encuentro para todos. El abrazo con el que me recibe Andrea horas después de volver de vacaciones.

. El inmenso helado de pistacho y avellana que me zampo con una de las Bridgets de madrugada en el centro de la ciudad, apoyadas en el coche con la radio puesta, al más puro estilo Perros Callejeros. Después de eso, no dejé la botella de tónica en toda la noche.

. Una visita a urgencias con el peque, tuvo la maravillosa idea de compartir el desayuno con la perra, en el mismo bol e imitando su estilo, metiendo la cabeza también. Toda yo temblaba al meterle en la bañera. Un antibiótico y el agua del mar hicieron el resto. Susto pasado.

. La división del grupo de Sexo en N.Y. a la hora de salir de juerga. Discotequeo comercial y vampiras al acecho para unas y cena exquisita para nosotras y cubatas en el lugar más bohemio de nuestra ciudad. Las horas volaron y no dejamos títere sin cabeza. Yo dejo de beber cuando veo que si me concentro en Marta, la parte de atrás empieza a temblar. Eso significa que estoy borracha ¿verdad? No aguanto nada.

. Y hoy, un día de silencio y perreo total. No me sientan bien las siestas y me estoy acostumbrando a hacerlas. Cuando despierto tengo mi vida descolocada y muchas veces pienso de manera diferente. Como hoy. Cuando he visto que ya tenía descargados todos los capítulos que me faltaban de Mujeres Despesperadas, he cancelado mi cita de la noche. La verdad es que no me apetecía verle. Al colgar, la tarde me ha parecido más larga y hasta me he vestido para dar un garbeo simbólico, por eso de que te de un poco el aire. Supongo que esta noche dormiré en Wysteria Lane. ¡Ojalá se me aparezca Mike Delfino!.