miércoles, 7 de marzo de 2012

Destinatario, CC, CCO

Cuando devolví los libros a su dueña volvieron a tomarme el pelo. Llevaba meses esperando leer Contra el Viento del Norte y Cada Siete Olas. Odié a la protagonista desde el primer mail. ¡Qué mujer más agobiante!. Según ellas; es amor, es seducción. Para mí es una calienta braguetas que busca en el amante toda la fantasía y la morbosidad que no tiene en casa. ¿Que al final se casan? ¡claro! ¿Cómo va a haber un tercer libro de mails de "contigo pero sin ti"? No sé, ahora que pienso, quizás dependa del tipo de mujer que lo lea ¿no?  

Sira Quiroga me enamoró. Digamos que descubrí en ella  un tipo de mujer con el que me quiero identificar. Sin embargo por Emmi Rothner sentí mucho rechazo desde el principio. No sólo rechazo, también cabreo, porque me hacía perder el tiempo. Pensé si era casualidad/causalidad el hecho de haber leído dos libros seguidos cuyas protagonistas fueran mujeres y que ambas hubieran provocado algo así en mí. Me gusta divagar en esos por qués. Más tarde, me demuestran que desconecto, que me centro en lo que hago.

Como Emmi, paso una parte de mi tiempo sumergida en el mundo de los mails; redacto, cambio el trato y el vocabulario, adjunto y envío a todos y cada uno de los interesados, sin distinciones. Unos me recomiendan que les envíe copia oculta, otros, que si me llegan sin copia es algo entre nosotros,  otros que me envían mails a horas que saben que no estoy para contestar con copia oculta, unos que responden descuidando destinatarios para que descubras qué han hecho. 

Otros; un día ves que no te aguantan la mirada y te piden disculpas. En momentos así es cuando me pongo a pensar en los libros por ejemplo, o en algo de ropa. Ese día precisamente, me dí cuenta de que si voy a vestir de negro debería escoger todos los negros iguales. Diferentes negros hacían parecer la ropa vieja, o al menos más vieja de lo que en realidad es. En fin: "Por sus obras les conoceremos" como le gusta decir que no predicar.

Cuesta tener la cabeza tranquila y seguir sintiéndote buena, que es lo que me intento chutar cada vez que les huelo. Afortunadamente, me recupero pronto y vuelvo a vivirlo todo como lo que en realidad es. Ésto te hace madurar; de repente ves a la gente de otra manera, las relaciones se difuminan y se transforman en otras más frías. A veces tengo miedo y otras muchas consigo ir bien vestida para la ocasión.

He aprendido a desconectar. Ahora vuelvo a leer otra novela, prestada de nuevo y no una, dos mujeres protagonistas. "Three in a row" que dirían los ingleses. Es sólo que a veces todo me supera un poco y me da por escribir, con copia abierta, como siempre.