sábado, 30 de septiembre de 2006

The Beauty Room



Ahí es donde me encuentro, acabando de ponerme bella por dentro. Por fuera, he tomado tanto el sol este finde que voy a bañarme en body milk el resto de la semana. Pero es que no tenía nada de fuerzas ni gana alguna de moverme, por fin hice algo diferente. 

Aquella tarde, cuando salí a la calle y volvi a activar el móvil, pensé en ella. Acto seguido recibí un sms suyo. Le propuse venir conmigo a mi rinconcito de Tarragona, a pasar todo el finde en la playa, había luna nueva y podríamos hacer alguna cosa de brujas, aparte de leer y hablar. Aceptó encantada y a mí se me iluminó la tarde, ya notaba como una gran parte de la rabia salía.

¿Cuándo sabes si has logrado hacer un buen amigo/a en el trabajo?? Cuando pasas con él/ella todo un finde y no se habla nada de él y, si lo haces, de manera muy puntual. Somos un buen tándem, algo despistadas (ella más), algo secas de carácter con el exterior (ella más). Ésta no da ni un abrazo, se olvida de los besos al despedirte, apenas me llama y, si le envio un sms puedo morirme esperando la respuesta. 

Adora la música, de hecho trabaja enseñándola, no tenemos el mismo estilo pero cuando coincidimos es a rabiar, sabe definir estilos, fusiones aunque los deteste. Le puse en el Ipod "Homelands" de Nitin Sawhney y le encantó, dijo que tenía tres estilos; árabe, flamenco y electrónico. Le he regalado una copia del Cd "Que corra el aire", le he explicado la historia y lo ha "escuchado" , como a mí me gusta que los escuchen. El rinconcito le ha encantado y lo ha "mirado" como también me gusta que lo hagan, entiende el valor sentimental que para mí tiene. Aunque nos dieron las cuatro de la mañana hablando la primera noche, no hubo ningún momento de ésos tan íntimos que algunas veces, se dan en las conversaciones. No hacía falta. 

Los peques han caído redondos hoy, están muy nervioso por el cole de mañana. Hemos acabado de forrar la carpeta de ella. Este año su artista es Fergie, la de Black Eyed Peas y las Bratzs como no, les he dejado escoger a ellos la ropa para mañana. Ella llevará el discman y quiere que le deje mi Cd del verano, "Que corra el aire". Le digo que no, que algunas canciones tienen palabrotas y su seño me puede regañar. A cambio le doy el nuevo de Beyoncé. Ya la veo, haciéndose la chulita mañana escuchando la música. Sé que es mi hija pero también sé que la música le llega. Con siete años y ya tengo que decirle que baje el volumen y que vea dibujos en vez de videos musicales. El peque, mientras pueda llevar los zapatos llamados "de fútbol" y su camiseta hippilla, tan contento !ah! y la gorra ¡cómo no! Somos una familia de chulitos nosotros...

Ahora escucho The Beauty Room. Tengo muchísima música nueva en el ordenador, estoy en fase de exploración y un ejemplar de la revista Q de setiembre siempre es una buena fuente para descubrir cositas interesantes y mucha porquería también, todo hay que decirlo. The Beauty Room es una de las buenas adquisiciones. Definido como Downbeat, Neo-Soul y Adult Alternative Pop/Rock pero para mí, es un soul muy elegante que te da sorpresas; coros que recuerdan a The Beach Boys a veces y una Visions of Joy que, si cierras los ojos te transporta y morirías diciendo que el que canta es Chris Martin ¡y no lo es! Se los he pasado a mi sister, que aún sueña con la idea de que ese tal Chris se dé cuenta de que a quien en realidad quiere es a ella, a ver qué opina...

De momento, a mí me están acompañando esta noche...




viernes, 29 de septiembre de 2006

El Rey León



Aún recuerdo cuando vi a Luís por primera vez; con cinco añitos, recién llegado de Perú, adoptado por una pareja ya mayor, buena gente aunque algo “thick”, con muchas ganas de convertir en tres el número de residentes en casa. Sé que esta gente pasa por muchas entrevistas y muchas visitas antes de que les concedan el perfil de idóneos o aptos para el papel de padres, no sé donde estaría la persona encargada de decidirlo ese día, porque Luís no era un niño normal sino más bien problemático, así que no creo que el hecho de entregarlo, darlo, pasarlo, donarlo (hay tantas palabras para el acto) a otra familia atípica fuera la mejor solución para que Luís volviera a abandonar el orfanato. Y digo volviera porque, al igual que hacemos con las cosas defectuosas o con tara, a Luís le devolvieron a la tienda donde le compraron. Al parecer, fue una familia inglesa. Así que Luís dejó de hablar con tres años, así le encontraron sus nuevos padres y así me lo explicaron a mí, con el niño delante. El hombre olía a alcohol, la madre, una buena y sencilla mujer, procuraba hacer cursillos acelerados de “Cómo ser mamá” a sus cuarenta y tantos años. El hombre sólo corregía al niño: ”-Llámame papá, no me llames por mi nombre, te he dicho que me llames papá-”.

 Luís tenía unos preciosos ojos rasgados y negros como el carbón, a juego con su pelo; crespo y completamente falto de forma. Aún es así, ahora tiene diez años, acaba de empezar cuarto de Primaria. Sus padres se separaron hace dos, a veces los ven a padre e hijo juntos, haciendo cosas de hombres, bebiendo una cerveza y fumando mientras Luís merienda una bolsa de patatas, como digo, cosas de hombres, sólo que con unos cuantos años menos. Además del colegio, Luís visita a un psicólogo, logopeda y psiquiatra, también se medica así que mucha gente a su alrededor procura darle equilibrio, marcarle límites y educarle y muy pocas veces sale bien.  Hoy R. lleva una herida fea en el pie, causada por la doble caída que la misma mesa ha hecho en su pie, volcada por la rabia de nuevo.

El curso pasado, yo también fui víctima de su rabia, recuerdo haberle comparado con el animal salvaje que descubre por primera vez al cazador, corriendo prácticamente a cuatro patas por toda una sala huyendo del adulto, con sangre en sus labios de tanto morderse entre grito y grito. Yo acabé con un par de rasguños y unas cuantas patadas suyas. No iban hacia mí, iban, como siempre, a la nada. Creo que le cuesta dejarse querer. Dentro de poco, sobrepasará a su madre en altura, en fuerza, hace ya mucho que la supera con creces.

Puede que éste sea el último año que vea a Luís cada día, sonriendo, interrumpiendo con alguna tontería o buscándonos novios, puede que tampoco vuelva a verle llorar, gritar ni atacar en lo que él interpreta como “defensa propia” y me causa una pena extraña. Comprendo y también empiezo a creer que no está en el lugar adecuado, que debería ir a algún sitio en el que cualquier adulto sea un profesional de los que todo el mundo cree que Luís necesita pero considero que al hacerlo, también vuelve a cerrársele otra oportunidad de recuperar algo de la normalidad que este niño de diez años debería de tener ya.

En cierta manera, es como si lo devolvieran otra vez no?

Hace ya mucho que no creo en los milagros pero ojalá lo de hoy haya servido para que este pequeño ejemplar se replantee algunas cosas y cambie el chip de una maldita vez, me consta que sabe cómo hacerlo...


jueves, 28 de septiembre de 2006

Belly Dancing



Probar con los infinitos, marcando el paso primero en cuatro movimientos, con la pelvis relajada, si lo estás haciendo bien, no deberías sentir dolor en la espalda. El círculo grande se hace con las piernas más abiertas, para el pequeño, las ponemos en paralelo y sólo movemos la parte de abajo de la barriga, en horizontal, que no te salga sambero. Son movimientos contenidos que se deslizan suavemente para acabar marcados por un rápido movimiento de cadera.

Los brazos abiertos pero relajados, sin marcar tampoco, los movimientos tienen que ser delicados. Una vez lo tienes haz que tus manos parezcan serpientes, con sólo dos  o tres dedos. Cuenta cuatro y párate, el siguiente paso lo marcará el péndulo, delante y detrás, sin dejar de marcar con la cadera el final. Aquí simula que te desprendes de la camiseta y al bajar hazlo perfilándote la cara lateralmente, para bajar hacia el tronco, descansar en las caderas y volver a juntar tus manos en la zona pélvica. Repite movimiento unas cuatro veces, después gira con pasitos, si puede ser, que un pie no quede demasiado alejado del otro, estira un brazo, con el otro simula que tocas dulcemente  la cabeza ladeada de manera que acompañe al giro que realizas.

Para practicarla, decide poner otra canción más lenta. Ya la había escuchado mientras ella buscaba canciones. Tres son las veces que he escuchado Aisha hoy, con voz de Cheb Khaled. Al acabar la clase no he podido evitar dirigirme a ella "-Has puesto Aisha, ¿sabes que esa canción me encanta, es muy especial para mí?-". 

Vengo de mi segunda clase de la danza del vientre, la semana pasada las agujetas me duraron tres días. Me doy cuenta de lo perfeccionista que soy, me desespera el que algo me salga mal y entonces me sale peor. Creo que esos pasitos hacia el lado no van a salirme nunca...


lunes, 18 de septiembre de 2006

Future ¿¿??



Hay una anécdota que no sé dónde incluir. Creo (aunque todavía lo digo bajito) que me apunto a Danza Oriental. Hacen una especie de meditación antes y la chica que la da me ha gustado. Es muy pequeñita, frágil y muy dulce. Creo que me irá bien, no deja de ser otra forma de expresarte ¿no? Será divertido ver a la princesita (sola) haciendo belly dancing en un local, rodeada de sudorosos músculos. Me viene a la cabeza aquella canción de la Diana Ross “Muscles” ¡Qué bueno!

Hoy hago bondad y no tardaré en seguir a los peques camino a la cama. He notado lo mucho que necesito descansar por la noche. Sigo con el chip del verano para el trabajo y me llena, eso sí, para que salga, tengo que haber descansado a rajatabla. Si el trabajo sale, allí también logro encontrarme bien, así que en eso estoy ahora...y con las extraescolares ¡claro! Al final, Jazz para ella, Taekwondo para él, aunque ya he visto la torta que le ha pegado a la perra hace nada y me lo estoy replanteando. Esto puede convertirse en una peli de Jackie Chan de aquí nada...