lunes, 31 de diciembre de 2007

N U D E

"Lo que está claro es que en la intimidad existen ciertas leyes naturales que gobiernan la experiencia sexual entre dos personas y que estas leyes no pueden alterarse, como tampoco se puede alterar la gravedad. El hecho de sentirse físicamente a gusto con el cuerpo de otra persona no depende de nosotros. Tiene muy poco que ver con lo que piensan, hacen, dicen o parecen las dos personas en cuestión. Hay un imán misterioso que puede estar ahí, enterrado en las profundidades del esternón, o no. Cuando no existe ese imán, no se puede forzar, como un médico no puede obligar al cuerpo de un paciente a aceptar un riñón del donante equivocado. Según mi amiga Annie, todo se reduce a una pregunta muy sencilla: ¿Quieres pasarte el resto de la vida restregándote la tripa con esa persona, o no?....
"página 311 de "Comer (en Italia), Rezar (en India), Amar (en Indonesia) de Elizabeth Gilbert."
El último libro del año llegó a mí de manera muy peculiar. En realidad se lo regalé a una amiga en su cumpleaños. Más tarde, cuando le pregunté qué tal el libro me dijo que se lo leyó en dos días..."-Me sorprende que lo hayas comprado para regalármelo porque ese libro es para tí, lo leía y pensaba en tí...-" No apagué la luz hasta que no lo terminé. Antes de proponerme nada para el año nuevo quería saber cómo acababa Liss su periplo hacia esa paz y superación que yo también ando buscando.
La página 311 me definió anoche lo que es el deseo de piel. En realidad creo que el párrafo escogido se puede aplicar a todas las formas que tenemos de relacionarnos con los demás, desde el que te sirve el café en el bar o te da el billete de bus, hasta el que te despeina acariciándote el pelo una mañana.
Acabo el 2007 con muchas reflexiones, muchas de ellas reveladoras y muy necesarias. No le voy a pedir absolutamente nada al 2008 porque de lo que éste vaya ofreciendo, así iré eligiendo yo...



domingo, 16 de diciembre de 2007

Las mil y una noches

"-Hola, soy África, me apunté por mail al taller...-"

"-Sí, sí, hola, pasa...allí al fondo tienes para cambiarte-"
Todas estas salas están ambientadas con el mismo rollo; mucho naranja, mucho rojo, velos, velas y cortinas semi transparentes. Mientras me cambio noto el calor que irradia uno de los dos radiadores que hay en la sala..."-Como en mi taller-"pienso, donde nos pelamos de frío. No sé cuántas chicas habrá, no conozco a nadie ni sé si voy a sentirme a gusto, pero allí estoy. El primer taller pagado con el primer sueldo como profe de danza. Dije, para animarme, que el hobby se autofinanciaría por poco que fuera. De momento, pago el mes donde aprendo, hago algún taller y me compro ropa!!! Todo para bailar...claro que iría bien para otras deudas pero ésto sí que me lo he sudado (y nunca mejor dicho).
He traído una falda negra con mucho vuelo, un chal marrón y un top rojo. También uso un brazalete negro con el modelito pero no me atrevo a engalanarme tanto y hago bien porque, aparte de la profe, todas van con chandal. No me gusta practicar la danza así, llámalo coquetería o vanidad pero todo se ve y lo haces diferente cuando te transformas. A mí me gusta verme racial bailando porque ese es más mi estilo que el de muñeca Barbie. No soy inocentona, me gusta jugar y en círculos muy íntimos puedo ser hasta muy dulce, así que mi papel bailando también tiene que ser así. Un velo rojo, dos copas de coñac y dos velas en ellas. Así salgo de aquel vestuario y entro en el taller de Iniciación a velo y velas que va a tenerme ocupada cerca de tres horas.
Maneras de coger una copa, tradición occidental y oriental, combinaciones de brazos y movimientos con ellas. Apaga la luz y hacemos el baile a la luz de las velas, lento y coordinadas, es un momento muy mágico para mí. Los últimos rayos de sol todavían se cuelan por la ventana, lo cual da un aire todavía más místico a la escena.
Mi velo es demasiado corto y de gasa, está bien para bailar detrás de él porque el cuerpo se transparenta, pero no tiene esa caída y me cuesta cogerlo o que caiga con gracia encima mío sin parecer Doña Rogelia. De todas maneras, aprendo a moverlo en sus movimientos básicos y con eso me vale. Cuando nos intenta enseñar los giros simulando un molino con los brazos completamente abiertos le digo que yo lo miro pero que lo dejo pendiente.
Acabo el taller tomando un café con la profe y hablando de danza. Me da consejos para mi taller y ánimos para seguir disfrutando. Me río cuando dice que voy por el camino de la profesionalización por mi manera de vivirlo. Le digo que no, que es sólo porque me está haciendo mucho bien y que espero que el final esté aún bien lejos. Me felicita por la manera en que he realizado el taller; memorizando rápido e improvisando. Es un piropo para mí así que lo acepto procurando no llorar porque en momentos así siempre me derrumbo.
He notado el inmenso frío que hacía sólo cuando he tenido que esperar 21 minutos mi autobús. Estaba congelada, mi cuerpo hacía rato que se había enfriado y empezaba a buscar los guantes de manera desesperada pensando cómo hacerlo para tener también el dinero a mano y no tener que exponer mis manos al exterior de nuevo.
Al entrar a casa, el resultado de mis últimas 48 horas ha hecho acto de aparición en forma de agujetas, por todas partes, especialmente en abdomen y brazos.


"-¿Tienes aceite? ¿y sésamo?. Pon la manta en el punto más cálido de la habitación porque te dará frío-"

"-¿Cómo que me va a dar frío?-"

"-Porque estarás semidesnuda...bueno, hasta la zona de los glúteos. -"

"-¿Y este que tipo de masaje dices que es?

"-Hindú, del método Ayúrveda, te gusta?-"

"- Mucho. Y tú, ¿que sientes desde ahí?-"

"- Sensualidad y ternura.-" "-Esto puede que te duela ahora, hay mucha tensión acumulada aquí-"
"-No, puede no. Seguro que me duele, quizás no ahora pero que duele seguro-" pienso, pero giro la cabeza hacia el otro lado procurando que mis rizos cubran toda mi cara para que él no vea si le estoy mirando...