domingo, 27 de enero de 2008

Las Reinas del Tunning


El color de moda que hay que llevar en las uñas lo elige Carmen. Gracias a ella sé nombres de tonalidades rojas como Rojo Pasión, Rojo Locomotora o simplemente Rojo. Las Bridgets llevan dos capas, normalmente, acabadas de aplicar, con lo cual todas parecemos bogavantes y ni ponernos el cinturón en el coche podemos. Importante: el color. Que una se encuentra paliducha? Pues nada, a tirar de alguna sesión de solàrium o las socorridas leches corporales autobronceadoras. Ahora son de calidad y no como las primeras. Aún me parto de risa recordando la espalda de Carmen una noche, cuando pusieron esa luz tan "rara" que hace que te veas como un vampiro fluorescente. Su espalda era como un arco iris y podías ver el recorrido que sus manos habían realizado expandiendo ese fantástico bronceado hasta donde las pobres llegaban. Si te fijabas bien, podías hasta contar los intentos que había hecho para llegar un poquito más lejos. Ahora no, como digo hay más nivel, somos casi adultas y ya damos el pego, siempre y cuando no se nos caiga el bolso al suelo y quedemos al descubierto...

A la que nos vamos recogiendo, un abrazo fuerte, muy fuerte y largo. A alguna se le puede espapar un lagrimita de emoción y con razón. Nos cuesta tanto quedar que cuando hay fecha nos convertimos en perfectas quinceañeras y vamos preparando durante la semana nuestra salida, que de tan especial que la convertimos nos deja para el arrastre. Retoque final antes de salir del coche y entrada triunfal en la noche elegida para nuestra salida. Las Bridgets son femeninas.
Lo que pasa en las cenas Bridgets, cuando éstas son sacadas al exterior, queda en secreto de sumario. Nunca dejo de reír cuando, de tant en tant, las remiro. Las Bridgets saben guardar secretos.

La mesa habitada por cuatro chicas de lo más sositas y silenciosas nos ha regalado su sangría al marchar: "-Apenas la hemos tocado y, como habéis encargado otra, quedaros la nuestra porque es una pena...-" Recibimos aplausos de la família de la mesa contigua al decidir subir la temperatura del aire, helados de frío. No sólo éso, encima lo ponemos modo Swing para que se beneficie todo el mundo. Las Bridgets son generosas.
Felipe y "no me acuerdo" son los nombres de los dos chicos que habitan la mesa de enfrente. Les hemos pedido que nos saquen una foto y ellos nos han invitado a un chupito. Hasta brindamos y todo. En minutos oigo cómo Yolanda les está explicando cómo era su vestido de comunión y que aquel día había llovido mucho y tuvo muchos problemas con el barro. Yo tengo problemas para mantener el tipo en la silla porque no sé reírme tanto sin moverme, ni que sea para sacar un kleenex. Se declina la invitación para hacer copa con ellos, cosa que me alivia y mucho...ufff...las Bridgets hacen amigos.
Pero, risas aparte, también se tocan los temas serios. Yo nos observo en algún momento de la cena. Vamos creciendo juntas y nos noto más serenas. Hay mucha complicidad debajo de todo ese jaleo que nos acompaña estando juntas.
"-Esta noche vamos a...¡¡ligar!!-" nos suelta Yolanda antes de entrar al primer garito de la noche. Viniendo de ella quiere decir que necesita sentirse sexy y ¿quién no?. Y volvemos a bailar con chicos, de ésos que te cogen de la mano de buen rollito y te das un par de vueltas con ellos, para luego volver cada uno a su grupo y seguir a lo suyo. Ésta vez, hasta hemos dejado nuestras huellas en la puerta del lavabo del recién estrenado local en el que, de momento, se ubica nuestro garito de siempre. Nuestras edades?? 30, 33, 36 y 38... Sí, sí, dos tienen hijos. Las Bridgets se saltan las normas.

Odio que me tapen los ojos en un lugar público, sobretodo si es de noche. Odio esa cara de tonta que se te pone cuando no tienes ni pajolera idea de quién puede ser pero que, probablemente, ese alguien te esté desfigurando el maquillaje nocturno con tanto fregoteo de párpados pero las Bridgets son educadas con los hombres, sobretodo si notas cómo aquella canción de Etta James vuelve a sonar a la par que vuelves a quedarte hipnotizada por unos increíbles ojazos negros, labios perfectamente perfilados y sonrisa boba. Esta vez va de gris, pero yo sigo viéndole llevando esa impoluta camiseta blanca.

"-No voy a dejar que te vayas...-"

Las Bridgets saben acabar bien una noche...


Para el recuerdo:
-Bailando Shakira al más puro estilo Bridget; con Carmen y postura de chulita; cerveza en mano derecha, mano izquierda dentro del pantalón, Yolanda y sus golpes de melena larga y rubia rodeada de órbitas masculinas en forma de ojos admirando su (generoso) escote y una servidora bailando. Echamos mucho de menos a la cuarta Bridget, la que le echa el sentido común a las cosas cuando nosotras lo hemos perdido....




jueves, 24 de enero de 2008

Flexiono rodillas, meto pelvis, tronco erguido y barbilla siempre mirando al frente...

Esta noche dos de las chicas me han dicho que cobro muy poco. Una de ellas incluso me ha comentado un par de veces que a ver si me decido hacer algún taller intensivo, donde podamos aprender una coreografía entera, un Sábado por ejemplo, pagando a parte. Que me lo piense y ella me busca un grupo. Más tarde, discuto con Ruth "mi tarifa". Éso es lo que se acordó y sólo acepté el taller por lo mismo, porque no había presión. En esta aventura todas estamos aprendiendo y a mí no me gusta ser avariciosa, siempre he pensado que da mala suerte.
Me gusta escucharlas cuando estoy buscando música para bailar; se preguntan pasos y hacen bromas de cómo van a andar hacia el chiringuito este verano haciendo el camello. O cuando me cambio al final de la clase y comentan lo mal que lo han hecho, que se notan muy tiesas o se pasan las direcciones de "los chinos" que venden pañuelos.... Ruth quiere una falda como la mía, también negra. Yo le explico que fue un regalo que me hice al acabar un taller en verano y que no era de las baratas, sobretodo si piensas que sólo puedes llevarla para bailar, ése es su único uso...pero la quiere, así que la próxima vez que ande por la ciudad condal se la buscaré.
Podría decirse que tengo cinco chicas, más o menos fijas, y alguna que otra que viene, prueba, vuelve, no se ve, le gusta....la que nunca falta soy yo, que sigo intentando hacerme un hueco allí, intentando bailar como lo hago con Quima o en casa, acostumbrándome a que un grupo de chicas me siga absolutamente en todo durante una hora (a veces incluso se arrascan la cabeza si yo lo hago...). Cristina me dijo que le diera al taller mi humor, mi alegría por las cosas que me gustan, mi sensibilidad con la música y creo que no puede salirme de otra manera. Me gusta reír y prefiero las tomaduras de pelo seguidas de mucha dulzura. Yo siempre recuerdo a las personas que me han hecho reír...
De las cinco chicas, dos son mamás, completamente metidas en su papel pero algo cansadas por lo que voy viendo. Ya me han pagado, con lo cual entran en nuestro pequeño grupo de Bellydance Superstars de barrio. Al despedirnos, les he dicho que la que viene, hacemos el baile de las velas, pero que procuren traer copas pequeñas, no como Jeni, que se ha presentado con dos "copazos de coñac" a lo Martes y 13 en su imitación de Encanna de noche....
Necesito volver a grabar los Cds. Ahora sé el estilo que necesito. Me dejé llevar por canciones para practicar pasos, pensando en enseñar todo el tiempo, pero me he dado cuenta de que sino son de las que a mí me gusta bailar, me cuesta improvisar, aunque sean raras, fusiones, muy clásicas o muy modernas, son las que me transportan y me hacen querer dibujarlas.
La semana pasada fue la primera vez que disfruté del taller que, durante hora y poco más, me convierte en profesora de danza oriental. He estado a punto de dejarlo, nerviosa porque aún no sé si me gusta. Creo que vivo todo ésto con bastante humildad y recelo, porque en mi camino no hacen sino saltar proyectos, más talleres (para mamás), coreos con mi profe haciendo un dúo, hasta un vídeo con mi peque voy a colgar en el Youtube!!... Muchas veces me sobrepasa y me pregunto por qué no retomé el ballet de pequeña cuando me recuperé de aquella enfermedad....o por qué no he hecho nunca nada relacionado con la música aparte de disfrutarla....En fin, me cuesta creer todo lo que me va pasando en este campo.
Hoy he vísto seis barrigas bailando (por fin) al aire, unas con estrías, otras más lisas, más redondas, menos...qué más da? barrigas, todos tenemos una...pero para mí es más importante que éso, para mí significa que en ese taller el pudor empieza a salir por la puerta...ahora esperaremos a la sensualidad...



domingo, 13 de enero de 2008

A,B...C ?

Frase: "El que elige consejero también elige consejo"
Día de la práctica: Sábado mismo.
Personas sobre las que se realiza : Tres. Mujeres todas, porque da la casualidad de que las voy a ver ese día y sólo me quedan horas. He tenido cerca de una semana para pensar y decidir si lo de domingo va a ser una cita con Michael Douglas, pero la verdad es que lo único que ha tomado forma es un feeling muy inquietante, en el sentido negativo de la palabra, sobre el tema. Así que como dicen ésos libros que pululan por la habitación, cuando no sepas guiarte por lo que sientes, sácalo al exterior. El empujón me lo da María cuando me suelta un "-Deja de analizarte tanto y déjate llevar...-" La pregunta será la misma para las tres:

"-Por cierto, no te lo he comentado, pero comí con Michael Douglas esta semana y de ahí salió el vernos Domingo, me pasa a buscar a las seis y vamos donde yo quiera ¿qué hago?"
EVA: "-Pues ves a ese sitio nuevo tan alternativo y te tomas un té. Luegos decides qué, pero hazlo bien. Éste tampoco es tu hombre por éso...-"
MAITE: "- Bueno, puedes dar una vuelta pero hace frío. Quédate en tu casa y si encarta ya sabes. Pero éste no te conviene ya lo sabes...-"
ÀNGELA: "- Bueeeno, pues que te vaya bien pero si vuelves a tener ese feeling y vuelves a decir que hay algo que no acaba de cuadrar ya está eh??-"
Notas : no bebe té, no voy a acostarme con él y el feeling no hace sino crecer.
Domingo por la mañana ha hecho un día precioso, lo sé porque he estado limpiando por casa, escuchando reggae, con alguna ventana abierta y no he notado el frío. Sigo buscando entre las carpetas de música mi humor de éstas semanas, me preocupa no tener un tono, un ritmo, unas palabras que me acompañen un poco más de lo que vienen haciendo últimamente. Y yo sin música la verdad es que no doy para mucho.
"-¿Te importa si dejamos esa charla pendiente?-" Pues sí, me parece que le ha importado.
Sigo buscando entre las carpetas a ver si doy con algo bueno y nuevo, algo bueno y nuevo. No dejes de repetírtelo...




miércoles, 2 de enero de 2008

¿Qué hay para cenar?


"-Venga, vamos a brindar-" me dice mientras mueve con cuidado su vaso a rebosar de sangría. Y aunque no esté por la labor de probar nada frío a esas horas, alzo mi copa. "-Por algo...¿cómo has dicho antes? algo nuevo y bueno..-" me suelta mientras vuelve a su labor de "qué rica está la sangría aquí". "-Éso, algo nuevo y bueno...-" y mis ojos se desvían hacia el chico que nos sirve. Nos ha dado tema unas cuantas veces y la compañía que llevo es peor que yo para éso, hace "amistades" allá donde va (aún recuerdo en nuestros tiempos mozos acabar comiéndonos una lata de melocotones en almíbar de madrugada, en la calle, con un par de chicos acabados de conocer, con el mejor rollo posible entre todos. Tanto, que al acabar la lata nos despedimos todos con un fuerte abrazo y muchas risas...).
Así que en pocas horas me entero de dónde viene ese morenazo de ojos negros enormes y labios perfectamente perfilados. Dato relevante: conoce a fondo la danza oriental. Como no hay trabajo, se ha servido otro vaso de sangría para él y se sienta en la barra, de cara a nosotras. Según Yolanda, cuando un hombre se sienta así es porque está a gusto. Me río mucho con ello y repaso mentalmente si es un gesto que vea habitualmente en el círculo masculino donde me muevo.
"-La sangría está buenísima, en serio, es la mejor que he probado.-" repite mi amiga sirviéndose otro vaso a rebosar. Yo quiero saber la receta de una salsa que me encanta y me la da :"-Pero la especie que te digo no la venden aquí." -dice trayéndome una muestra de ella a la mesa, para que vea el sabor tan cítrico que tiene.
Entonces le veo con camiseta blanca...




no es que la lleve, es que me lo imagino llevando una y éso sólo quiere decir una cosa; que me pone, punto, ¿para qué le voy a buscar otro pseudónimo? un hombre al que le quede bien una camiseta blanca tiene que ser sexy por narices, sobretodo si me lo he imaginado yo. "-Y éste llevaba puesta una, te lo prometo. Le miraba y ya le veía en camiseta blanca...-"le decía más tarde a Yolanda en nuestro paseo de "vamos a bajar la comida tomándonos un cocktail Cosmopolitan en honor a Sexo en N.Y.". Según ella, he coqueteado con él con clase. Yo le digo que muy poquito pero el movimiento de melena ése que me describe me resulta familiar...
Escenas eliminadas:
Interior.1
- Ella parte el papelito en dos, en uno apunta el número de él, en el otro el de ella. "-De acuerdo, venga, me has convencido. Si montamos algo te aviso con tiempo y pasas a vernos-"le dice ella mientras le devuelve el boli. Él la despide algo ruborizado.
Exterior.2
- Ella se agarra a la amiga y se alejan de allí definiendo ese "Algo bueno y nuevo" un poco más. "-Yo creo que a los de esta edad les gustan las chicas mayores verdad?"-le pregunta a su amiga pero ella ahora está pensando en si por fin va a poder probar un Cosmopolitan. "-Que sí nena, que tú te tomas esta noche un Cosmopolitan. Yo un piña colada...-"