miércoles, 28 de mayo de 2008

All these years

Después de estar reunida durante hora y media; rodeada de representantes del ayuntamiento, de la Iglesia, de famílias, discutiendo y aprobando ayudas, escuchando algún comentario racista sobre lo de vigilar para no sentar precedente en lo de ayudar a ésta gente......y preguntas cómo; cuántos de ellos son autóctonos, decido, al despegarme de la silla, que acabaré el día visitando a Rafa, al que su mujer ha dejado para largarse con un descerebrado, alcoholizado y vicioso joven nueve años menor que ella.
A ella me la encontré la semana pasada, por casualidad. Se ha enamorado dice....la han echado de su casa y la han pegado. Habla mal de él y coincide con Michael Douglas en que se ha vuelto loco, que necesita ayuda. Es madre y sólo por éso me compadecí de ella, intentando no tomar parte porque el argumento puede que convenza a las masas pero a mí no, al menos no al 100%. Sólo me pidió una cosa al decirle que le apreciaba mucho y que iría a verle. Me dijo que no le dijera que la había visto.
Hoy, a medida que me acercaba al bar, sentía miedo. No por el ambientillo que empezaba a haber en la zona sino por verle la cara a él y el estado en el que iba a encontrarme el negocio que justo hace un año montó. No estaba y me han dicho que mirara en la cocina por si andaba por allí. La cocina estaba a oscuras...no tenía pinta de tener vida pero aún así me he dirigido a ella. A mi camino me encuentro con Carlos, el pequeño. Tiene cinco años, uno menos que el mío y come una bolsa de patatas. No me conoce mucho pero aún así acepta mis dos besos. Al agacharme, veo que sí que hay gente en la cocina. José, el mediano, con un portátil. Ya es un adolescente, guapo y muy sobón. Aprovecha las despedidas para besarte casi como un adulto y le tienes que retirar la mano para que no la ponga en zona de curvas. Como veo que no se levanta me acerco y entonces veo a Fernando, el mayor, dormido en una butaca. Se asusta al verme y le digo que siga durmiendo, que más tarde hablaremos...y salgo de la cocina pensando qué leches voy a hablar con él....de aquellos estudios que empezó en Octubre de informática tan ilusionado? Fernando es muy grande, un osito y sus abrazos son cálidos, como los de algún adulto pero con cuerpo e intención de niño que son los de que te puedes empapar.
Vuelvo a salir a la calle y le busco. Me han dicho que va de negro. Le veo de espaldas y le llamo. Me abraza como siempre. Sin apretar más de la cuenta. Le digo que he venido a verle, que entre conmigo a tomar un café. Le veo bien y no tiene los ojos muy rojos con lo cual creo que no va muy fumado. Está limpio y tampoco ha adelgazado. Pero Rafa es un niño grande....lo ha sido siempre. A sus cuarenta y pocos sigue siendo el modelo de estudiante vago, incapaz de organizarse y ser ordenado pero le aprecio de una manera rara. Es uno de ésos personajes "raros" de los que me gusta rodearme. Fan incondicional de Peter Gabriel, que fue el que nos unió, divertido y buena persona. Así lo he definido siempre desde que le conocí. He jugado con él y sus amigotes a las cartas hasta bien entrada la noche, he llorado de risa con él y siempre les ha regalado una chuche a mis peques cuando le hemos visto. Ella es/era su mujer. Hice por gustarle, porque es celosa y muy barriobajera para ésto de "Las cosas del querer". Lo conseguí y me aceptó, sobretodo porque, según me dijo, él me apreciaba mucho. Pero aquí tengo clara con quien hice la amistad...
Siempre me gusta escuchar las dos caras de la historia, procurando no tomar parte en nada hasta tenerlo claro, sobretodo si quiero ayudar y si ellos lo necesitan. A medida que él hablaba yo le iba creyendo. Con argumentos más sólidos, sin insultos a nadie y con los ojos muy abiertos y clavados en mí le he creído. Punto. Ella lloró más pero la realidad es que Rafa va a dar un giro de 360º a su vida en poco tiempo y junto a él sus tres hijos. Yo no veo más aquí....la que sale a tomar algo con su novio nuevo lo hace mientras sus tres hijos comen bolsas de patatas en un bar a las nueve de la noche de un Miércoles, el pequeño corretea en una sala llena de humo en la que juegan al billar. Uno de ellos me pregunta por la correcta pronunciación de "Beefeater", la bebida, que dónde tiene el acento para pronunciarlo bien....otro juega conmigo para ver si adivino de dónde viene. Yo juraría que es árabe pero es gay, gay y se jacta de ello haciendo de loca, delante de un marroquí llamado Hussan.....no caigo y al final me lo dice:"- Soy gitano rumano...y maricón..-"me acaba confesando. Divertido, como un Boris a lo Europa del Este.
Fernando se despierta del todo y viene a saludarme, a abrazarme, también como siempre lo ha hecho. Hablamos de la dieta que hace y me dice que ha perdido veinte kilos....
Nico entra. Dice que la otra noche volaron botellas por el local. Que ahora parece que está más tranquilo pero que está muy irascible. El local se le está llenando de pintas y él no tiene mucha paciencia. Por suerte, en una semana, Rafa estará trabajando en otra empresa, lejos del negocio y de la vida que no ha sabido llevar.
Abrazos para todos. Al salir, me adelanta un coche lleno de marroquíes que me sonríen lascivamente. De fondo bajan un par de coches de mossos seguidos de un ambulancia...el BMW de Rafa está aparcado donde siempre...completamente abollado y sucio....antes de llegar al coche, empieza a llover...