viernes, 12 de enero de 2007

Es un día muy especial para él...

Hoy es un día crítico laboralmente hablando. Lo ha sido todo el día, así que no veo mejor manera de acabar el día con un crítica, despiadada encima. Pero para no embalarme mucho, me pongo a los "Air" en el Ipod. Es lo único que puedo escuchar para dormir, me relajan.
Ahora lo confirmo. Odio esos sitios acabados en *.park. Me da igual el nombre que lleven delante: Happy, Aventura, Guille, Disney, me da igual. Con lo de *.park es suficiente.
Cada vez que veo entrar a mis peques con una de esas invitaciones en la mano, se me transforma la cara y ya me pongo a pensar en el puto regalito que se acerque a la cantidad que, ya sabes, la madre va a pagar por la fantástica merienda de tu hija + dos horas de juego interminable. (Como una boda)
En lo que llevamos de curso, han sido muchas las tardes en la que esta escena ha tenido lugar; mirada rápida a la fecha, días que tengo y comprobar si han invitado al otro de los peques o encima tengo que pagar por él. Hay que confirmar, y para eso ya han diseñado un espacio en la fantástica tarjeta para que apuntes el móvil de contacto y decir cuántos somos. (Como una boda)
El primero me lo tragué enterito, por curiosidad primero y porque me resultaba duro digerir en qué se estaban convirtiendo los cumpleaños de los más pequeños. Al resto, ahora acudo tres cuartos de hora antes de que acabe.
Hoy he llegado en el momento más "divertido". Todos los adultos semibailando y haciendo pasitos de baile ridículos mirando al escenario. Allí, los padres de los homenajeados, haciendo un concurso del "Papá que baila mejor". Y te ponen una música chorra y tú tienes que ponerte a bailar haciendo eso, el chorras. Después salen las madres y hacen lo mismo. A veces, les cambian la música y les ponen María Isabel. Entonces las niñas bailan también. Es un momento muy emotivo tot plegat. No importa el ridículo, es un día muy especial para él.
Todo esto queda grabado en un precioso Dvd que ya tienen montado a la salida, con las fotos de la fiesta y tu hijo sudando, lleno de chocolate y con mocos (porque tú no estás allí para limpiárselos) ¡vamos! la foto ideal para esa entradita con tapete de ganchillo. 75 euros vale el Dvd ¡qué pena!. Me acabo de bajar yo un programa que le da mil patadas a lo que el fotógrafo buenarro tiene allí.
El momento de más tensión en la sala ha sido cuando han sentado al niño y han obligado a los invitados a que griten su nombre. Cuando ya han gritado bastante, la monitora ha sacado un saco enorme lleno de regalos y el niño los ha abierto. Apenas ha podido tocarlos porque la monitora se los ha arrebatado enseguida y los ha enfocado a la cámara, diciendo a los niños: "-Mireu, una moto de Spidermannnnn-". A veces, detrás sale una mano que recoge los papeles y otra los regalos. Así sólo lucen los regalos. Cuando iba a tirar mi bolsa la he interrumpido: "-Perdona, pero dentro hay una postal que han dibujado ellos, mira bien por favor-." Después los regalos han desaparecido, así que el niño no ha podido ni probarlos con sus amigos, ni sabe que ha sido tu hija la que se ha pasado media hora en la tienda decidiendo qué HotWeels llevarle. ¿Y si un día me presento al cumple y no meto nada en aquel saco? Sería como colarse en una fiesta, a lo Mecano.
"-¿Qué? ¿Ha ido todo bien?"-le pregunto a la mamá del homenajeado al despedirme. "-Sí, ha sido perfecto. Es su primer cumple en un *.park, hasta han venido mis padres de Asturias, encima ha podido celebrarlo el mismo día que cumple. Ha sido un día muy especial para él. Doy por hecho que esta señora se queda el Dvd y encarga copias.
Ese ha sido el momento de más tensión dentro. Fuera, al salir, he tenido otro, al encontrarme a la mamá de Daniel, otro compañero de clase. Estaba llorando. No me lo podía creer. Al acercarme a ella y preguntarle me dice que no sabe por qué, si es por ella, porque la encuentran seria o dura, porque no puede pararse y alternar hablando en la puerta del colegio. Que se siente mala madre, que sus hijos no son aceptados: "Nunca ha invitado a Daniel a un cumpleaños, estoy aquí por Ana, la pequeña". Lloraba y a mí me ha desmontado. Porque ahora sé de qué manera conectas con el dolor de tus hijos en estas "tonterías". Me sabe mal verla así porque Daniel es muy infantil y travieso, punto. No he podido calmarla...
Ando hacia al coche muy asqueada, compartiendo las chuches que han regalado a los peques: nube para mí, tiburón para él y gusanitos para ella pensando en que tengo un problema. En seis semanas cumple ella, sabe lo que opino del sitio pero voy a dejar que decida ella. El año pasado yo estaba muy triste y le faltó el celebrarlo con los del cole y todavía se acuerda. Quizás se lo prometí entonces, no lo recuerdo. Pero me escucha y veo que va cambiando de opinión constantemente. Lo que sí que tenemos claro las dos es que Daniel vendrá y si tiene que ser un *.park, lo primero que dejaré bien clarito es que por nada del mundo saldré a hacer esas chorradas.
Me voy a dormir. Ya no suena Air, me quedé sin batería en el Ipod (para variar)...