miércoles, 9 de agosto de 2006

Almería 2006 La excursión: Tabernas



Una de las dos excursiones "planeadas" y el, tan esperado, sueño de G., era la visita a Tabernas. A mí no me convencía mucho la idea, ya dije que no me fiaba mucho del grupito a la hora de hacer planes, aún no tenía muy clara la distancia desde Vera (donde dormíamos) al desierto y después del palizón de coche y de la primera discusión que tuve con F. en él, me apetecía separarme del grupo por unas horas , visitar Vera y tumbarme en una de sus playas. Pero G. es G. y verle tan ilusionado no es algo que vea cada día así que me apunté y la verdad, no estuvo nada mal.

Resulta que había no uno, sino cuatro estudios de cine en el desierto; todos estaban en la misma carretera, así que decidimos quedarnos en el primero; Fort Bravo, que luego resultó ser el original: escenario del anuncio de Pepsi y del film "800 balas" de Álex de la Iglesia entre otros títulos más serios del celuloide como "El Bueno, el Feo y el Malo", "Hasta que llegó su hora"," Por un puñado de Dólares", "Los siete magníficos" o "El Joven Indiana Jones". En fin, que parecer ser que acertamos.

Nada más entrar, pedazo de vaquero que nos recibe y nos señala donde dejar nuestro coche. Al bajar de él, G. nos abandona y se conecta al Ipod para escuchar la selección de bandas sonoras de westerns a cargo de Ennio Morricone, especialmente preparada para el momento. Me lo dejó un ratito y la verdad es que los estudios de cine tomaban vida, sobre todo si conseguías visitar alguna parte sin ningún turista a la vista.

El western no es mi especialidad, aunque mi peque lleve su nombre en honor a uno de los personajes del film “Centauros del desierto”, pero tengo que reconocer que me encantó aquel lugar. Decidimos vivirlo al más puro estilo guiri; abriendo de par en par las puertas del salón, poniéndonos la soga al cuello, subiéndonos a carretas y mordiendo el polvo porque otra cosa no, pero polvo llevábamos hasta en el carnet de identidad. Decidí comprar un gorro de cowboy para el peque, todos se reían de mi compra pero al final todos nos hicimos una foto llevándolo puesto.  Y como buenos guiris, nos apuntamos a los dos espectáculos anunciados e interpretados por verdaderos “stuntmen”.

Camino al “Saloon” para el show de las 12’30, arresté al vaquero de la entrada. Le tomé por sheriff pero me dijo que él era el malo así que le arresté yo y le llevé a la cárcel donde nos echamos la primera foto. A lo lejos, en el Saloon, el resto de forajidos esperándole. Uno de ellos, clavado a Jordi Mollà, me apunta con su pistola al entrar y simula que me dispara pero el Saloon ya está a tope de gente para el show y yo no sé cómo reaccionar. Creo que me suben los colores...

El show no está nada mal, no pretenden nada, tan sólo hacerte pasar un buen rato y lo consiguen, entremezclando chistes e interactuando con el público. Creo que hasta improvisan porque de tan en tan los ves partiéndose de la risa simulando estar muertos mientras escuchan a los compañeros seguir con el show.
Al acabar éste, chicos y chicas decidimos separarnos hasta la hora del segundo show; nosotras entramos en la tienda de disfraces y allí me encuentro a dos vaqueros, uno de ellos el del Saloon el cual vuelve a dispararme. Ésta vez no me mata, no hay tanta gente y le planto cara. A. me anima a disfrazarme y mientras discute con el otro sobre si me pega o no el de India, Jordi Mollà agarra el de Can Can y, cogiéndome por la cintura, me lleva al probador. Allí me dice que tengo que quitarme la ropa y me explica que si el vestido me queda grande que le avise, que me lo arregla. Me subió la cremallera del vestido y me puso las botas, una a una y muy despacio. No me dejó ni ponerme la pluma en la cabeza ni la gargantilla en el cuello así que le pedí que hiciera la gracia completa y también me colocara la liga en la pierna derecha.
Al salir de allí, todos pensaron que mi sofoco era del calor del probador. Rápidamente me cogió de la mano y me plantó fuera, donde todos los guiris me miraban divertidos. Se supone que iba disfrazada de can can pero G. me dijo que era de prostituta porque en los westerns no existían esas bailarinas. ”Bah, qué más da. Nadie me conoce aquí” –pensé-. Así que me dediqué a posar junto a mi vaquero para las fotos mientras el grupito se partía de la risa. Tampoco dejó que me quitara el vestido sola.“Vuelve a las tres”- me dijo. Más tarde, durante el segundo show, éste en el exterior, me guiñó un ojo al aparecer montado en el caballo. A. me tomó el pelo diciendo que últimamente me ha dado por los artistas.

No volví a las tres pero, con la excusa de darme un plano del lugar, volvió a aparecer. “Bienvenida a Almería”-pienso- Pero la verdad es que he venido a desconectar y a descansar y si hay una cosa que ahora respeto al máximo es no cambiar mis planes por un hombre. “Te llevo de souvenir”-le digo-.

Vuelta al grupo, para entonces, están hablando con el dueño de aquello, el cual nos explica orgulloso que aquellos son los estudios originales y que aún se siguen rodando películas allí. Es él quien nos saca de la duda de los dromedarios, ¿qué pintan allí? Pues nada, es sólo que el clima les va mejor, los caballos los tienen en Sevilla.

Al salir, Rocío, una antigua compañera de trabajo de Barcelona, ya hace rato que me ha visto pero ha esperado a verme quieta para saludarme. ¡Glups! y yo que pensaba que allí no me conocía nadie...

Por la tarde, A y yo dejamos a los chicos de tapeo y nos aventuramos a descubrir Agua Amarga. Hasta las diez de la noche estuvimos en la playa. Decidimos cenar allí también, en una plaza donde se respiraba ese ambiente andaluz que tanto me gusta, niños jugando libremente y tapas, muchas tapas. Había una nena clavada a la mía. Procuraba no mirarla mucho pero los demás también lo notaron y así me lo hicieron saber. Volví a discutir con F, ésta vez de manera más agresiva, pero esa parte quizás toque en otro momento...

martes, 8 de agosto de 2006

Me voy pal sur!!




 La otra noche, cuando ya estábamos muy cerca de casa de A., G. y yo decidimos recuperar la temperatura normal del cuerpo metiéndonos en un pub escogido al azar por parecer fresquito y porque vendían tabaco. El lugar nos sorprendió gratamente: parecía un pub inglés, incluso tenía esas mesas bajitas con los butacones tapizados en rojo burdeos. Faltaba la moqueta, más ruido, esas "crisps" tan deliciosas y la pantalla con algún deporte, pero por unos segundos nos sentimos allí. La cervecita de diez minutos se convirtió en dos y los diez minutos en una hora y cuarto, olvidando que A. esperaba nuestra llegada para meterse en la ducha.

Tres chicos en la barra; dos parejas de turistas ingleses, nosotros y M. que se añadió más tarde. Me gustaba la música, cada vez más. Era un tipo de fusión entre electrónica muy suave con música hindú: "-Talvin Singh "OK"- me dijo el barman-. "-Me acabo de quedar con el bar y el antiguo dueño me ha regalado el Cd-". Me lo enseñó para que copiara bien el nombre y, de paso, me recomendó un tal "Nitin Sawhney", el Cd "Beyond the skin". 

Bien, desde aquí le doy las gracias por haberme pasado algo completamente nuevo que ahora me llama mucho; estas fusiones algo místicas que tan bien acompañan mis estados de ánimo últimamente. Ahora escucho "Traveller" del primero y mañana salgo de viaje...¡perfecto! Creo que volveré a ese pub y le daré las gracias, a ver si me recomienda más joyitas.

Las tres de la mañana y despierta. Ya estoy nerviosa. No he hecho la bolsa, mañana decido qué me llevo, sobretodo la entrada!!


Motime - DIY
09 August 2006



 


sábado, 5 de agosto de 2006

Otra cenita de verano




Anoche junté al grupito para hablar de Creamfields. Las cosas han estado algo tensas entre nosotros, sobretodo entre F. y una servidora. La noche anterior habíamos estado una hora al teléfono; no tenía nada preparado, concentrada en volver a llenar la despensa con la megacompra que había hecho, así que me costó ponerme el chip. "-Eres de las pocas personas que se atreven a hablarme así, tan directo y diciendo cosas que sabes no me van a gustar. Es por eso que te aprecio y te respeto, pero te equivocas y mucho conmigo-"  me dijo. 

La conversación sirvió para tener una cena de lo más agradable con ellos y mis peques. F. trajo su nuevo juguetito: un Mac portátil último modelo. Precioso (y eso que no soy una Mac'fan), es como un Ipod gigante. 

Este es mi grupito de Londres, el de perder el avión, así que les escucho muy atentamente y miro muy bien los kilómetros que hay hasta Tabernas o Cabo de Gata desde el hotel donde estamos. Sólo son cuatro días, entre medias el mega festival, así que no se si va a dar para tanto, pero bueno, me callo. 

Somos bastante inútiles para hacer planes juntos: G. pensaba hablar del viaje en las !seis horas de coche! F. organizaba todo sin contar con nosotras y lo hacía a través de G. para evitar nuestros cuchillos, A. y yo pensábamos más en el modelito a llevar en el festival y en ligarnos yo a un rasta surfero con pinta californiana y ella al clon del cantante de Estopa, así que teníamos poco que aportar. 

Volvimos a repasar los gastos fijos: yo insisto en un termo para el café y las neveras, carnet de conducir y comida. Hasta ahí todo muy profesional hasta que se me ocurrió pasarles los horarios de los conciertos con rotuladores incluidos y ahí la liamos. 
Ahora me quedo con la pregunta de cómo leches llegamos hasta Barcelona Miércoles para dormir allí y salir juntos ¿y la hora? bastante importante ¿no?

Mi ruta en Creamfields (para volver a leer más tarde y reírme de lo ingenua que puedo llegar a ser):   

00.00   Whomadewho (sólo es un set 45 minutos)
00.00   Jeff Mills (en cuanto Whomadewho acabe, si son puntuales)
02.00   Audiobullys
03.30   Vitalic
04'00   2ManyDj's o Miss Kittin (aún no he decidido pero igual lo combino)
06'00   Carl Cox (el plato fuerte)

Después, en mi sueño, aguanto hasta el final y como tendremos las bolsas en consigna, las recogeremos y nos instalaremos en la playa, a dormir, porque ese día no va a hacer mucha calor en aquel desierto.

En fin, no voy a tener más remedio que empezar con esa lista de "Things to get". Siguen pasando cosas en mi vida pero no les quiero dar mucha importancia. Que corra el aire, como mi Cd. Sí que mencionaré que he recibido mail de Shrek. Me ha encantado leerle, dice que se acordó de mí porque estuvo en el paraíso de la piratería (¿por qué lo dirá?) y que se ha pillado cuatro Dvds, que no encuentra búhos, que me aguante, y que cuando vuelva nos veremos  delante de un "bon vinacho blanc" (como dice él), para que le explique lo de Summercase y Creamfields.
Se despide poniéndome deberes; que busque en el mapa el lugar donde se encuentra. Dice que la atracción turística allí eran ellos por guiris, que la próxima vez que le escriba tengo que saber dónde está. Le escribiré otra vez, le echo de menos.

Yyyyyyyyyyyy...sí, ahora lo puedo confirmar: TENGO ENTRADAS PARA MUSE!!! pero eso y todos los descubrimientos musicales que estoy haciendo lo dejo para otro post. Ya sabemos que tantas acumulación de sensaciones juntas me desequilibran, eso,  junto con Ikea.

Motime - DIY
05 August 2006

jueves, 3 de agosto de 2006

La nada cotidiana (Zoé Valdés)




"...Anoche en mi cama durmió un traidor, anteanoche un nihilista. ¿Cuánto hace que vivo esta pasión agotadora de alternar mis deseos? ¿Por qué intento continuar con uno lo que no pude terminar con otro? ¿Acaso necesito vivir subrayando la diferencia? ¿Qué es toda esta emoción antigua que invade al silencio cuando me doy cuenta de que aún respiro?"

"...Era bello y vestía bien, recuerdo muy nítidamente un trajecito azul celeste, marca italiana, que combinaba con unos zapatos italianos."

"...Esa noche iniciática, cuando no quiso hacerme el amor a causa de mi nombre, lloré como una magdalena, sin consuelo. Él se desentendió y olvidándose de mí se sumergió en la lectura. Muchos años después, ahora, me confiesa que fingía leer para ver como yo reaccionaba. Yo reaccioné de la manera menos esperada: tomé un manuscrito de su mesa de trabajo. Eran versos dedicados a Yocandra. De buenas a primeras sentí unos celos sordos, de esos que dan ganas de golpear las paredes, pero me contuve. Inmediatamente quise ser aquella mujer que tanto amor y dolor había inspirado en aquel sabio. Me maldecía por no haber nacido como ella, en otro país, conocer otro continente, no quería ser yo."


"...Él me persiguió, no pudo resistir la tentación, me le antojé candorosa, empapadita, el agua transparentaba mi vestido y sus dientes hubieran querido volar para marcar mi dura carne, mi “señora piel”. Yo estaba lista para sus mordiscos, un ser para traicionar.
Después de aquella vez hubo otras persecuciones. La segunda vez me preguntó si yo era virgen. Claro que respondía que sí. Él no podía admitir aquello, si yo era virgen alguien tenía que desvirgarme, pero jamás él. Él no se atrevía a romper algo tan delicado y húmedo, ¡el himen! (¿Cómo iba a sospechar que mucho tiempo después, y muy a menudo, iba a desgarrar zonas más sensibles en mí: la dignidad, el alma, y toda esa mojonería tan importante para nosotras?) Yo tenía que irme otra vez y volver rota.

Yo esperaba el oscurecer para restregarme en el muro del Castillo de la Fuerza con un expreso político de cincuenta años. Él acababa de obtener su libertad. Fue una aventura hermosa, algo sufrí con ella, pero me inició en las lecturas diferentes. Por él conocí La tregua, de Mario Benedetti."

"...El Traidor-anegado en llanto- me abrió la puerta y por ella salió, no una jovencita asustada, sino un himen criminal. Un himen dispuesto a matar el primer pene que se atravesara en su camino. Salvo el amado."

"...Yo sólo quería-y todavía no sé por qué- de una manera brutal, enfermiza, que ese hombre me amara. El Traidor desvirgó mi inocencia, si hoy soy despiadada es por su culpa. Era el destinado a violar mis sueños y lo hizo cruelmente. Era el que debía mentirme y me mató a mentiras. Era el que marca, y aquí estoy cubierta de cicatrices. Él nunca lo sabrá, no está preparado. Yo lo amé como sólo puede hacerlo una adolescente. Fue el primero que quise, y eso, de cierta manera, lo convierte en excepcional."

"...¿Olvidé? No, no olvidé pero me dio una manía de enamorarme. Ya no soy aquella muchachita llorona y templona. Ahora me paso el día pensando en las musarañas."

"...El Traidor me tocó a la puerta una mañana, era domingo y habían transcurrido varios años, en sus manos se marchitaba una orquídea....y yo estaba sola. Y quise salvar la sedienta flor. Y él daba pena lo malmacho que se había puesto. Y yo sabía que lucía radiante con mis treinta años. Y ¿por qué no? Lo dejé pasar."

"...Invoco a mis Orishas: ¡Denme fuerzas ¡ Tal vez debiera ir a lavarme los dientes, a peinarme, a cambiarme de ropa. ¿Por qué estoy tan ceremoniosa? Tengo miedo, coño, eso sí. Por eso hablo de esto y de aquello y de lo otro y de lo de más allá. Porque ahora veo miles de balsas repletas de cadáveres en el mar. Porque tengo el miedo más grande del mundo. Por eso chachareo y chachareo. Para impedirme comenzar. Para evitarme iniciar la frase. Para autocensurar las palabras que, como unas locas, unas putas, unas hadas, unas diosas explotan desaforadas con la tinta de la pluma que mis dedos aprietan. Porque, hay amigos muy grandes que murieron, otros que se fueron y otros que se quedaron. Todos aquí, dentro de mí. Dentro de las palabras que no sé más si soy yo quien las escribe. O sin son ellas las que me escriben a mí..."