lunes, 17 de julio de 2006

Summercase 2006 II



Sábado noche

Para despertar a la gente pongo Lauryn Hill a tope en el equipo. Se suponía que íbamos a hacer una siesta de tres a siete y todos, incluido gato, la han hecho menos yo.

Como en Londres, cuando todo el mundo me decía: "-Tranquila, que tenemos tiempo, no perderemos el avión.-" Les creí y lo perdimos. Lo mismo me decían ahora; a las diez menos cuarto de la noche, con el horno calentando pizza y mi sister preparando la plancha del pelo. Menos mal que he pensado pegarme a Jordi por la noche. No he visto a Starsailor pero falta una hora para New Order: cenar, comprar, metro, andar y una hora por delante.

Aún hay gente comprando y revendiendo entradas en la calle: ¡Pero si es el último día! Nunca entenderé estos trapicheos.

Como digo, algo más de experiencia teníamos, así que en el primer intento de encontrarnos en uno de nuestros "check points" lo conseguimos. También hay que decir que todos opinábamos que era de color azul y que estaba al lado de las únicas carpas de Movistar. 

New Order ya ha empezado ¡qué mayores que están! Jordi ha sacado unas fotos geniales. Yo no traigo la cámara esta noche porque anoche fue un fracaso total.

Bien, en el foro de Madrid, colocaban a New Order como concierto a no perderse, que era el plato fuerte. Escenario principal otra vez y sonido deficiente. Ellos, algo divos, diciendo mucho "fucking,fuck". Muy buenos músicos. La versión de Blue Monday fue espectacular ¡cuántas generaciones disfrutándola! Nunca pensé que la escucharía en directo. 

Segundo dilema de horarios: en tres cuartos de hora y en el mismo escenario salen Keane; en quince minutos, en la carpa de al lado, los Chemical Brothers  como Djs, no como grupo. Mitad de grupo a hacer cola para un masaje, mi mitad a ver a los Primal Scream en el mismo escenario que Massive. A mí me parece que en este hay más gente pero Anna dice que no, que estaba igual, a tope. 

Primal Scream me trae muchos recuerdos del 94. Cuando empezaba el grunge y nos gustaba mucho. Recuerdo que siempre procurábamos grabar "Rocks" en nuestros recopilatorios para salidas. Es un sabor agridulce el que siento escuchándoles pero me trae una sonrisa a la cara. Recuerdo que dije que no me separaría de Jordi así que le busco y me lo encuentro tumbado en una camilla recibiendo un laaargo masaje, está como muerto. En las otras carpas, tres más del grupo, el resto ya ha tenido su masaje y está estirando las piernas tumbado. En el escenario sale Keane...

Llega la hora de Chemical Brothers. Aquí hay diferentes opiniones: a mí me gustaron y mucho pero le doy la razón a Jordi: había más gente porque eran ellos no porque tocaran tan bien. En realidad todas tenían la misma base y subían y bajaban igual. Tiene razón, pero es que también te gusta bailar pensando que quien pincha son los Chemical ¿no?

Cuatro de la mañana y hambre canina. Otro tíquet para un insípido frankfurt antes de meternos en la carpa "N" de nuevo.  Soulsavers están dentro pero es que es imposible. Ahí me doy cuenta de que ya me estoy poniendo las pilas con la música electrónica. Reconozco muchas de las que escucho porque son clásicos.  A Jordi le ha costado cerca de dos años inculcármela pero lo ha conseguido. 

Cuando me uno a ellos en su carpa, hay un tal Larry Tee, es genial: dirty house del bueno. Vaya personajes bailando, creo que es así como Creamfields será. No puedo dejar de moverme porque si me paro me caigo en redondo. La gente va muy puesta y aguantará lo que sea pero sé que como me pare sólo visualizaré la cama y se me va a cortar el rollo. Los chicos ya me han destronado. Dicen que no soy una party animal. Miriam, la chica nueva, tiene mi corona ahora.

Salimos contentos de allí, la noche ha estado muy bien, mejor que viernes. Buen ambiente, yo no tengo quejas de organización, veremos qué tal va en el foro. Si puedo, volveré.  Me hubiera gustado echar una foto al suelo; con la luz de las pantallas y los miles y miles de vasos de plástico poblando el suelo. Aquello parecía un ejército de medusas. 

En minutos, miles de hombrecillos con chalecos reflectantes empezaban la pesada tarea de limpieza del lugar.






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