Jueves noche me acosté cerca de las diez. A las
tres contesté un sms cancelando una cena de cumple para viernes. Volví a
despertarme a las siete, no fui a trabajar, organicé un poco mi vida y volví a
la cama con dos libros: "El abanico de seda" (Lisa See) y
"Infidelitats, desamor i desengany" (Joan Corbella). El primero es
bonito y promete, el segundo, toca desde la (in)fidelidad a uno mismo hasta la
más común, la que se da en pareja. Hay mucha paja, para variar, pero en su día
me llamó la atención así que habrá que leerlo, me interesa la parte del
desamor. Seguí durmiendo. Me despertaron a las cuatro "-No, no necesito
nada-". Seguí durmiendo hasta que llegaron los peques. Les expliqué que no
me encontraba muy bien pero que, por fin, había hecho los libritos de lomo.
Ella me recuerda que aquel bocata que tanto me gustaba de pequeña, el de
chorizo frito, no le gustó y que alomejor esto tampoco..."- Esto no me lo
he inventado yo y ya lo has probado antes-". Él me explica que va a hacer
un grupo; Toni a los tambores, Eric a la guitarra, Adrià y él cantarán. Se
estrenará en su fiesta. Siempre está montando fiestas imaginarias y pasa horas
haciendo invitaciones que acaban siendo dibujos para mí con la frase
"Te Ciero".
Les acuesto y acabo de ver "Deliciosa
Marta" bajada de Internet; es bonita, tiene sus momentos pero no acaba de
llegarme. Le sigue "Manderlay" pero a los segundos pienso que aún no
tengo estómago para verla, más que nada porque empieza justo cuando la familia
de gángsters deja "Dogville": esta noche no.
Me adelanto a la llamada de G porque voy a volver a
la cama. Él está viendo "Clerks 2" y va a practicar con su nuevo
juguetito. Me toma el pelo diciendo que aún me estoy recuperando de la juerga
de domingo noche "-Welcome to my world"-me dice. Pero yo me vuelvo a
la cama, parece una leonera, revistas, libros, papel, boli, restos de pizza,
termómetro y el quemador de aceite apestando a esencia de eucalipto. Sigo
durmiendo hasta las siete, cuando pienso: "-Seguro que ahora me levantaré y me
sentiré mejor, cocino y me voy al centro-"...pero un par de escalofríos de esos que atraviesan me esperaban en la puerta, haciéndome volver a entrar
a la habitación para dejar el bolso y volver a coger la chaqueta negra. "-Maldita
sea mi suerte-"pienso. Ni música puedo escuchar, o bien me molesta o me
deprime. Lo aceptaremos entonces: "-Creo que estoy enferma-" y
como hacía mi madre, cambiaré las sábanas antes de que venga el
médico...