jueves, 4 de octubre de 2007

Rockstar

-“Ésa la conozco!! Me sé toda la letra!!!-“

-“Pues ala, agarra el micrófono…”-
Me levanté, nerviosa. Ya me había apalancado en el sofá. Les dije que estaba de chill out. Hacía dos semanas que me habían invitado a verles tocar. Tres amigos, de ésos que llevan cerca de treinta años juntos. Uno de ellos, logró vivir de la música con veinte años, los otros son aficionados. Ahora todos han superado la cuarentena y están en crisis claro, pero lo resuelven quedando algún sábado y vuelven a tocar como antes. El equipo es bueno y cada mes añaden una platina, un micro, etc. Les está quedando genial. Tocan rock, tirando a heavy y algún que otro blues. Son buenos, muy ruidosos pero buenos. Hoy se ha añadido un chico rumano. ”-De Transilvania ¿la conoces? Como el Conde Drácula…-“me dice con cara de chiste. Como no sé pronunciar su nombre me dice que le llame Bibi. A mí me suena a chiste pero bueno, lo hago. Él es que empieza con los acordes y los demás le siguen.
La primera vez que la tocaron no abrí mi boca aunque sí que aproveché para colarme dentro con ellos los cuales me iban lanzando guiños mientras señalaban el micrófono, pero la única parte de mi cuerpo que conseguía algo de movimiento eran mis botas, siguiendo el ritmo, micrófono en mano.

La tocan otra vez y noto que tengo ganas de formar parte de ese momento. ¿A quién coño le importa hoy aquí que yo cante fatal? Así que le quito la cerveza a Jordi, tomo un par de sorbos y me traslado al escenario de Operación Triunfo.

“-Adáptala a nosotros, a nuestro ritmo.-“me dice Bibi. Sí hombre y ¿qué más? Pienso cuando noto que la canción tiene una estrofa más que lo que tocan ellos (yo y mi perfeccionismo), pero de nuevo: ¿qué más da? Si esto es un lujazo. Me han tratado como a uno más, como hombre. Si hasta me han comprado unas claras y se han cambiado delante mío para ponerse cómodos. La princesita se relaja, se pone las zapatillas y se desgañita al micro cual vocalista de orquesta.

Bueno, siempre que quiera, soy la cantante oficial del grupo de cuarentones que queda algún sábado, ahí queda la invitación abierta. ¿Lo mejor? Algunos se lo han creído, eso de que canto y tengo a un guitarrista en el barrio intentándome convencer para que cante algunas de sus composiciones y se las traduzca al Inglés. Así que ahora bailo y canto. Si es que soy una mujer muy completa yo.

Un,dos,tres…

1 comentario:

  1. Gran canción, es un buen comienzo. Yo sólo me atrevo a cantar por sabineras, que no requieren una gran voz, y poco más.

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