- Entra como un huracán, para lo tarde que es habla demasiado rápido para mí. Ya no queda nadie en el restaurante y no hace falta que grite. No sé qué zapatos lleva pero me ponen nerviosa. Mientras habla, no para de hacer ruidos con ellos, como si intentara quitárselos. Lluís ya nos ha hablado de ella, dice que de cara no le gusta pero que tiene buen cuerpo...así de cruel es pero cuando Ángela empieza con su discurso feminista, yo la corto y le digo que piense como hablamos nosotras, en como le he descrito yo a algún tío...Lluís está cenando con un par de amigas, así que tiene derecho a expresar lo que quiera y como le de la gana. De todas formas, no es tan fea y el cuerpo dejémoslo en agraciado, es más normalita de lo que ella se cree, se podría sacar más partido llegado el momento. Cuando estoy en la barra para pagar, veo como ella toca mi bolso. Es el bolso de salir, pequeñito, de gris muy, muy oscuro, en el que cabe sólo lo justo para la noche. Yo le miro los ruidosos zapatos...son zuecos de madera. Le quedan como una patada en el culo. No sé si a Lluís le gusta lo suficiente.....pero juraría que no. Llega cuando vamos desfilando hacia el lavabo y cuando ella no está, Ángela aprovecha para decirle a Lluís que le gusta, pero ella es muy cumplidora....yo no, lo soy con la chica de los zuecos por supuesto, sólo por el hecho de ser alguien nuevo, cualquier cosa que me explique me vale porque no la conozco así que me interesa lo que tenga que decir. Lluís nos ha dicho lo que le apasiona y le preguntamos, escuchamos y ella se relaja, deja de echar el humo en tres golpes de aire con bufidos y los zuecos dejan de hacer ruido. En mi turno, sólo le digo a Lluís que no es fea, que es un exagerado..Ángela dice que al contrario...que no es nada fea, que es muy guapa...pero ya he dicho que ella es muy cumplidora. Lluís me mira....somos muy diferentes, él "del centre de tota la vida", conservador, aburridillo en su estilo pero inteligente y muy buena persona. Es de ésos chicos con los que puedes ser amigo de verdad....no hay feeling físico, así que las palabras se relajan mucho y es cuando te muestras un poco como realmente eres. Ellos proponen el sitio de copas...esta noche no estoy en mi ambiente así que me dejo llevar...proponen su garito. - Cada dos o tres años coincido con Rosa, una amiga del colegio. Nos conocemos desde los siete años y cada vez que nos vemos algo grande ha pasado en nuestras vidas. Rosa siempre ha sido una chica preciosa, con una cara a lo Audrey Hepburn pero llena de pecas, de ojos negros y brillantes, pizpiretos...como ella. Alta, morena y delgada....con un estilazo único y dos niñas preciosas. Parece una modelo en el local. Se mueve con soltura de mesa en mesa, se ríe con todos y les pone caras de disgusto a los pesados que la cogen por la cintura. Esta noche está como siempre, preciosa y divertida. Pasándoselo bien....éso quiero pensar, porque a mí la imagen que me queda de ella es la de una mujer desesperada, infeliz en su vida, que va de coca hasta las cejas y lleva un cartel que dice "-Fóllame-". Lo harán....pero no será nadie de los que la abrazan por la cintura...ella suspira por el joven camarero que le envía sms alimentando una ilusión que ha hecho que despierte en ella el deseo......Prefiero que sea ella quien se lo tire a él....en serio, antes de que se rían de ella..está obsesionada y en cualquier momento se convertirá en la mujer más sexual del mundo. Ojalá entonces se replantee su vida. Vale mucho y el vestido que ésta noche lleva no pega nada en aquel sitio...ella brilla sola, no necesita ser la más guapa...es la más alta, ya la ven. - Cuando volvemos a cruzar la mirada le señalo con el dedo y él asiente. Le conocí a los 25 años y él ya era un hombre...y me daba consejos cuando yo me quejaba del trabajo. Siempre estábamos juntos en las cenas de aquella época porque éramos los únicos de aquí. Recuerdo que le encantaba bailar salsa y un día me dejó mareada al obligarme a bailar con él delante de todo el mundo una canción entera. Pero no sé si él se acuerda de mí así porque se acerca mucho para hablar conmigo, ha colocado la silla mal y nuestras rodillas se tocan y él se acerca mucho y me incomoda. Si hay una cosa que sé que puedo hacer es guiar a la gente hablando, sé torear...así que me las ideo para que comparta conmigo el pasado que nos une y se relaje un poco. Cuando veo que ya me habla algo más alejado le digo de unirnos al grupo con las sillas....Uno domado pienso mientras guiño un ojo a Ángela, que sólo hace que vigilar que nadie ponga en duda lo feminista que somos. Me ve débil porque me cuida mucho pero en éste terreno sé que me muevo mejor que ella. - Hay un payaso que viene y va, y se enfada con Lluís porque está sentado con mujeres. Es borde y muy plasta. Me recuerda al rabioso...en una de las visitas y después de oír otro de sus comentarios le digo que si quiere tener una conversación conmigo que se siente en una silla y a ver qué me cuenta pero que pare de entrar y salir porque sólo hace que molestarme. Es desagradable conmigo y le vuelvo a enseñar la capota....Ángela sonríe nerviosa mientras me dice "-Cuando quieras nos vamos eh?-". Yo soy una princesita pero cuando a la princesita le están tocando los huevos, ésta se rebota, pero con clase....así que cuando se sienta, se queda en silencio "-Ves?-le digo- Como la has cagado ahora no sabes qué decir y no podemos tener una conversación.-" Pero él me mira y se sonríe, dice que ya le gusta que una mujer le ponga los puntos sobre las íes....me mira como lo hacía el rabioso, desafiante y juguetón. Me explica unas cosas y me pregunta otras y hablamos, y él se va poniendo más serio, más acorde con su edad. Estoy rodeada de gente bien, "del centre de tota la vida", todos tienen vicios y me resultan patéticos, todo lo que me rodea, menos la gente con la que vengo, es deprimente...pero lo bueno es que no me veo parte de ello. Cuando el conocido de mis 25 años me mira yo le digo que ya tengo a otro domado...tengo al payaso completamente tranquilo. Cuando Ángela vuelve a insinuar lo de irnos le digo que sí, a dormir porque estoy perdiendo horas de sueño. Hay mucha gente en esta colla, así que sólo me despido de los de la mesa. El payaso me agarra la chaqueta y me atrae a él, se queda a la distancia justa..."-¿Por qué no me das tu móvil y te llamo algún día?- . Un simple y rotundo "No" ha servido como respuesta pero aún así se ha quedado sonriendo. Me recuerda tanto al rabioso, aunque éste es peor que él... - Ángela ha estado todo el camino a casa nerviosa, excusando a la gente, pero yo estoy bien. Sólo le digo la verdad, que todo ése ambiente me ha deprimido y que he sentido vergüenza ajena un par de veces...pero todo era nuevo, además, yo siempre digo que para tener una opinión de algo tienes que vivirlo y yo acababa de hacerlo esa noche....
Sade será la encargada de que yo vuelva a recuperar algo de dulzura esta noche.