martes, 26 de julio de 2005

Let's talk about sex baby



Como aquella canción tan picantona de las Salt'n'Pepa: "Let's talk about sex". Éso y la idea de Isis de que en verano estamos algo apagadillos en el tema, al menos en lo que a blogs se refiere.

Mi segundo día de vacaciones. Además de seguir con el papeleo de estos días y citas con abogados, he decidido hacer una excursión: a un sex shop. Ya hacía tiempo que me rondaba la idea, aparte de la curiosidad que tenía por ver en qué se han convertido esos lugares tan prohibidos de comentar.

Siguiendo con el tema de las obras: un edificio en construcción justo enfrente del local. Por favor: que no se les ocurra asomar la cabeza a ningún paleta ahora!!

Local pequeño, aire acondicionado a tope, normal supongo, teniendo en cuenta las temperaturas que deben de alcanzar los personajes que se encuentran en las cinco cabinas situadas a mi derecha. Pero nada, yo con mi cara de chica liberal (con límites) y sin vergüenza ninguna, correcta pero curiosa. El vendedor al teléfono, así que me dedico a dar una vueltecita por el sitio, intentando no poner caras raras intentando descifrar algunas de las carátulas de los Dvds. ¡Espero no toparme con la sección del porno más dura!

Aparte de los típicos regalitos chorras para despedidas de soltero/a, se presenta ante mí una auténtica colección de latex y silicona con múltiples colores y formas. Algunos son para morirte de la risa, otros te hacen desear en silencio y otros me traen recuerdos que evoco con una sonrisa pícara en mi cara.

Como siempre me pasa, me entra el complejo de Mercedes Milà en aquel programa de "Queremos saber" y bombardeo al vendedor con preguntas de todo tipo: "¿Qué diferencia hay entre estos dos?" . El chico en cuestión, encantado de explicar las múltiples cualidades de los aparatos. Es correcto, aunque nos resulta difícil no hacer una broma de tant en tant.

Me despido de él haciendo bromas sobre lo de  que quizás vuelva a por esas bolas chinas...ya que dice que sirven para todo, que cada uno le de el uso que quiera ¿no? Salgo de la tienda con un par de muestras gratis, increíble, ¡igual que en la perfumería! De fondo, el ruido de las moneditas cayendo sin cesar en las cabinas. Por suerte no me he cruzado con nadie y en la obra era la hora de comer.

Pues ya hemos estado en uno...

Motime - DIY
26 July 2005

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