Muse empezó casi puntual, con dos o tres minutos de
retraso. Volvieron a apagar las luces y volví a sentir ese cosquilleo, volví a
agarrar a mi sister y vuelvo a decirle eso de "esto es lo mejor de un
concierto a qué sí?", volvemos a darnos un abrazo...y salen ellos. Sin
mojarme al 100%, juraría que abrieron con Take a Bow, del último. Estaba
tan histérica que me costaba reconocer las canciones si no eran de las
"Big Ones". Da igual, el caso es que abrieron muy bien y ésas
guitarras ya no dejaron de sonar. La verdad es que me cuesta encontrar palabras
para describir todo lo que sentí. Me gustan tanto, conozco todos y cada uno de
esos sonidos a la perfección casi. Creo que esto es pasión absoluta, el no sólo
concentrarte en las letras, sino en todo el conjunto: son un grupo y son
músicos, así que todo lo que salga de ahí merece ser valorado. Y a mí éstos me
calan.
Muse nos dejó ver su lado más rockero, bordaron los
temas, tanto los viejos como los nuevos. Tocaron City of desilusion y Starlight,
dos de mis favoritas del nuevo. Invincible, como siempre, se la dediqué
a mi sister, aunque luego me pillara en uno de mis trucos más viejos. "-Que
asco que me conozcas tan bien..-".Nos reímos un buen rato .
Tocaron absolutamente casi todo lo
que me gusta en esos ciento cinco minutos que duró el concierto. No se
recrearon en baladas, así que no cayó ni Sing for absolution, Unintended
ni Screenager pero sí que bordaron Knights of Cydonia, mucho mejor que en
Cd, y todos nos volvimos locos con Time is running out. Ya me pasó el
tiempo de llorar en los conciertos, creo que la última vez que me emocioné en
público fue este verano, en el zoo, en el show de los delfines, al ver la
cara de felicidad de mis peques, me sentía muy contenta y me emocioné, así
que por más que lo hubiera querido, creo que no hubiera llorado
anoche pero sí que hubo un momento en el que me sentí como el zoo. Durante la
pausa que le di a mis piernas durante una lenta, Hoodoo (creo, ya digo
que tenía la cabeza en otra parte) , los miraba y pensaba "-¿Cómo
no me van a gustar? Ahora mismo me encuentro tan feliz de estar
viéndoles...-"
Decidí apagar el móvil una vez reagrupados todos y
no lo he vuelto a encender hasta esta mañana. Sin mensajes ni llamadas hasta
dos horas más tarde; mis vecinos invitándome a una paella a la que acepto
encantada y la mística; un cine, la del Bigas Luna, con palomitas. Acepto
también al igual que he vuelto a aceptar, a consentir
que volvieran a desatarme las manos un rato, no creo que sea bueno para nadie
el empezar a sentir ahora ni de esa manera.
No compramos camisetas, me niego a pagar casi lo
mismo que por la entrada. Para eso, me voy a verles a Madrid otra vez, me
resulta mejor invertido. Encima, con tanto control policial, no hay ni de las
baratas así que mi sister y yo no vamos a poder fardar.
No me apetecía romper la magia, así que decliné las
copas en los garitos de siempre. Había hecho algo nuevo y acabar la
noche con las mismas caras de siempre no me apetecía.
Un recuerdo más para esa mecedora de la vejez.