jueves, 3 de mayo de 2007

Guardando las distancias

Día muy largo el de hoy. Despido al segundo de los peques para las convivencias y una hora más tarde me doy cuenta de que llevo su chaqueta en la mano. Al menos puedo llamar al autocar para que no se maten buscándola y que le abriguen con algo más para el juego de la noche. La verdad es que me veo a los dos mañana con fiebre, porque ella, para esto de los planes es igual que yo, se pone de los nervios hasta que le empieza a doler la garganta, y así han marchado; con desayunos, jarabes y un par de chuches escondidas. Este año me he saltado las reglas a la hora de hacer la mochila; ella es la primera vez que lleva cámara, pasta de dientes de la "mía", de la que pica y no esa asquerosidad con sabor a chicle de fresa barato. Él ha tardado como diez minutos en elegir el collar de "chulito" que se llevaba puesto.

La llegada al curro no ha sido mejor. Mi jefa me corrige: "Ayer hubo movida"-me dice. Recuerdo su llamada y mi "Sin incidencias. Todo bien". Nada que ver conmigo. Mañana sabré más del tema, he tenido que salir pitando y viajar hora y media para una reunión.

Por ir al lavabo me ha tocado la silla de la verdad, justo al lado de los jefes, la que nadie quiere, así que no he podido hacer dibujitos ni mirar el móvil de tan en tan, he estado muy atenta, aguántandome largos bostezos mientras los jefes hablaban por turnos diciendo exactamente lo mismo. He tomado tantas notas y he estado tan atenta que me he cabreado, porque ya estaba hasta las narices de escuchar lo importante del trabajo que teníamos en nuestras manos, la precisión que se requería, bla,bla,bla. Desde que empezaron la reestructura y me fueron quitando jefes y jefes, esto se ha quedado en dos, con responsabilidades compartidas y delegadas, a su vez, en otra: YO. Así que cuando el segundo ha repetido lo de la precisión, le he sonreído amargamente y le he pedido intervención. En este grupo de trabajo, las críticas se hacen en la calle, cuando no hay jefes. Allí son peor que yo, así que me jode que en la sala nadie opine. Educada, pero sincera y directa. Así le he hablado al nuevo gerente, mis mejillas me ardían y notaba temblar mi voz. Que sí, pero que no somos nosotros quienes tienen que implicar al resto, que viniendo de nosotros sólo conseguíamos más trabajo, que no era un mes de tiempo porque ya estábamos a 3 de mayo, que para eso necesitábamos tiempo, del cual carecemos por hacer de todo, tiempo y un espacio "adient". Y sabe que es verdad, porque hasta hace nada lo vivía desde el otro lado. Pero ya le han puesto el chip de jefe, así que aunque lo sabe, no creo que le guste que se lo recuerden. Pero es que, joder, he ido para escuchar tonterías y una serie de material que esta misma noche me van a enviar por mail! Así que nada, día perdido laboralmente hablando. Espero no haber roto la buena imagen que tengo allá arriba.

Una hora le hemos rascado al día para tomar un café. Con mucha gente, sin quitarnos la chaqueta, ¿más armaduras que nunca? Me ha gustado verle.

Si hubiera leído me hubiera quedado frita en el tren así que Amy Winehouse me ha acompañado exactamente todo el viaje. Ya tengo esta distancia también medida musicalmente hablando.

3 comentarios:

  1. ... com a l'anunci televisiu, no? Salut!

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  2. Si es que los días desbordados es lo que tienen. Mis hijos también prefieren una combinación entre mi pasta y su pasta. Alguien debería denunciar a los fabricantes por maltrato infantil, con la cosa light al final los niños se lavarán los dientes con espuma de aire...qué asco!!
    Ánimo nadie dijo que esto fuese fácil, pero aquí estamos...

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  3. Sí Tondo, m'estic tornant una experta ;-) Benvingut.

    Tia Cookie's; mi pasta, mis cereales, mi cama...una invasión en toda regla! Con la de heridas que llegaba yo a casa con su edad y lo bien que me lo pasaba...un abrazo

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